Te quiero, tío



Comedia romántico/amistosa/medio gay

Peter se va a casar y descubre que no tiene amigos para invitar a su boda. Sólo tiene amigas, así que decide echarse uno como sea. Pero no es tan fácil hacer amigos. Acude a internet, lo intenta con los amigos de las amigas de la novia y con los de sus familiares. Y un día conoce a Sydney que parece caerle bien.

"I love you, man"
John Hamburg, 2009
Reparto: Paul Rudd (Peter Klaven), Jason Segel (Sydney Fife), Rashida Jones (Zooey), Andy Samberg (Robbie), J.K. Simmons (Oz), Jane Curtin (Joyce), Jon Favreau (Barry), Jaime Pressly (Denise).
* *

El invento de los creadores de “Te quiero, tío”, a simple vista, parece consistir en una pirueta: han tomado el molde de una comedia romántica y le han dado la vuelta para que la tensión del espectador no esté pendiente de si funciona o no la relación de los novios, sino sino la de los amigos.

¿Se puede sostener una película a costa de relación puramente masculina? Pues hombre, todos los westerns de la historia del cine demuestran que sí, y las pelís de guerra más. Lo que no sirve de sostén es la búsqueda de un amigo, la conquista de otro hombre: eso da un asco difícil de explicar. Los tíos no vamos por la vida buscando amigos. El público ve “chico solo, chica sola” y salta de su butaca pidiendo a gritos que se junten, pero nunca pide que dos tíos se hagan amigos porque se necesitan el uno al otro, la amistad de hombres no va por esos derroteros.

En cambio hay algo que sí define bien la amistad entre hombres, o casi cualquier relación y es cuando hace el uno por el otro, como salen las cuentas. Incluso los tíos que parecen más desprendidos, en el fondo están pesando cada café al que te invitan. El amigo que se busca Peter es demasiado buen amigo. Los amigos de verdad no dan tanto, y, lo que és mas, no mola que den tanto.

Es difícil nombrar un título más innecesario que este en los últimos años de cartelera. Se han dicho tantas cosas interesantes sobre la amistad masculina que venir a decir algún chiste facilillo molesta. La película se mete en aguas pantanosas al meterse la historia de los favores. Yo, la verdad, si hubiera sido John Hamburg, no la hubiera rodado.

Los hombres que no amaban a las mujeres



Reparaciones

Tardé menos de una semana en acabarme el primer volumen y algo más de tres días en el segundo. Los dos los compré el día que aparecieron en las librerías. Y supongo que haré lo mismo con la tercera parte que aparece este mes. Uno de los misterios de la saga para mis amigos, aparte de quien comete los crímenes, es por qué me interesa a mi tanto. Todo el mundo les resta valor, pero tengo que decir que todo el mundo acaba leyéndolos.

"Män som hatar kvinnor"
Niels Arden Oplev, 2009
Reparto: Michael Nyqvist (Mikael Blomkvist), Noomi Rapace (Lisbeth Salander), Lena Endre (Erika Berger), Sven-Bertil Taube (Henrik Vanger), Peter Haber (Martin Vanger), Peter Andersson (Nils Bjurman), Marika Lagercrantz (Cecilia Vanger), Ingvar Hirdwall (Dirch Frode), Björn Granath (Gustav Morell), Ewa Fröling (Harriet Vanger).
Guión: Nicolaj Arcell y Rasmus Heisterberg; basado en la novela de Stieg Larsson.
***

Siento debilidad por Lisbeth Salander porque podría ser un caso de “asperger”, igual que el Dustin Hoffman en Rainman o el protagonista de la divertida “El curioso incidente del perro a media noche”. La chica se mueve en un mundo de absolutos donde no caben las medias tintas, la contemporización con el malvado o la palabrería hueca. Lisbeth tiene algo del mundo en que a Larsson le hubiera gustado vivir. La chica aparece en segundo plano hasta que descubrimos que es la protagonista, que sus trucos de hacker y su violencia desbordada son la única esperanza de los buenos. Blonkvist (descubro que se pronuncia |Blunkfist|). Es el bueno en todos los sentidos, es el amante de casi todas las mujeres (aunque la dirección, o el metraje lo dejan reducido a una en la película), es el defensor de la verdad, el paladín del millonario indefenso.

Los dos, Blonkvist y Salander, tienen algo en común. No se merecen las barbaridades que les hacen. Cuando él pisa la cárcel y cuando ella sufre el abuso, tienen metido en un puño a toda la sala, y a los millones de lectores que han comprado la trilogía. En el fondo, Millenium, no es más que eso, una historia de reparaciones, donde las heridas son tan profundas que dirigen vehemente al lector hacia la siguiente página con la inagotable esperanza de que todo el mundo pague por lo que está haciendo.

Esa es al menos, la aproximación que puedo hacer de momento. La película cuenta la historia pero no sé si sabe contagiar la misma rabia. En el fondo, creo que no sé mucho de cine, me gustan los hilos narrativos, los imaginarios, las analogías, las segundas lecturas. Yo diría que, por lo menos, es correcta.
top