Oscars 2006

OSCAR A LA MEJOR PELÍCULA

Brokeback Mountain (En terreno vedado)
Truman Capote
Crash (Colisión)
Buenas noches, y buena suerte
Munich

OSCAR AL MEJOR ACTOR PRINCIPAL

Joaquin Phoenix: En la cuerda floja
Heath Ledger: Brokeback Mountain (En terreno vedado)
Philip Seymour-Hoffman: Truman Capote
Terrence Howard: Hustle & Flow
David Strathairn: Buenas noches, y buena suerte

OSCAR A LA MEJOR ACTRIZ PRINCIPAL

Judi Dench: Mrs. Henderson Presenta
Felicity Huffman: Transamérica
Keira Knightley: Orgullo y prejuicio
Charlize Theron: North Country
Reese Witherspoon: En la cuerda floja

OSCAR AL MEJOR ACTOR SECUNDARIO

George Clooney: Syriana
Matt Dillon: Crash. (Colisión)
Paul Giamatti: Cinderella Man
William Hurt: Una historia de violencia
Jake Gyllenghaal: Brokeback Mountain. (En terreno vedado)

OSCAR A LA MEJOR ACTRIZ SECUNDARIA

Amy Adams: Junebug
Catherine Keener: Truman Capote
Rachel Weisz: El jardinero fiel
Michelle Williams: Brokeback Mountain. (En terreno vedado)
Frances MacDormand: North Country

OSCAR AL MEJOR DIRECTOR

Ang Lee: Brokeback Mountain. (En terreno vedado)
Bennett Miller: Truman Capote
George Clooney: Buenas noches, y buena suerte
Paul Haggis: Crash. (Colisión)
Steven Spielberg: Munich

MEJOR PELÍCULA DE ANIMACIÓN

El castillo ambulante: Hayao Miyazaki
La novia cadáver: Tim Burton
Wallace y Gromit: Nick Park y Steve Box

DIRECCIÓN ARTÍSTICA

Buenas noches, y buena suerte
Harry Potter y el cáliz de fuego
King Kong
Memorias de una Geisha
Orgullo y prejuicio

MEJOR FOTOGRAFÍA

Batman Begins
Brokeback Mountain. (En terreno vedado)
Buenas noches, y buena suerte
Memorias de una Geisha
El nuevo mundo

VESTUARIO

Charlie y la fábrica de chocolate
Memorias de una Geisha
Mrs. Henderson Presenta
Orgullo y prejuicio
En la cuerda floja

DOCUMENTAL

La pesadilla de Darwin
Enron, los tipos que estafaron a América
El viaje del emperador
Murderball
Street fight

MEJOR CORTO DOCUMENTAL

The Death of Kevin Carter: Casualty of the Bang Bang Club
God Sleeps in Rwanda
The Mushroom Club
A Note of Triumph: The Golden Age of Norman Corwin

MEJOR MONTAJE

Cinderella Man
El jardinero fiel
Crash. (Colisión)
Munich
En la cuerda floja

PELÍCULA DE HABLA NO INGLESA

Don´t tell: Italia
Feliz Navidad: Francia
Paradise Now: Palestina
Sophie Scholl. Los últimos días: Alemania
Tsotsi: Sudáfrica

MEJOR MAQUILLAJE

Las crónicas de Narnia: El león, la bruja y el armario
Cinderella Man
Star Wars. Episodio III. La venganza de los Sith

MEJOR MÚSICA

Gustavo Santaolalla: Brokeback Mountain. (En terreno vedado)
Alberto Iglesias: El jardinero fiel
John Williams: Memorias de una Geisha
John Williams: Munich
Dario Marianelli: Orgullo y prejuicio

CANCIÓN ORIGINAL

In the Deep: Crash. (Colisión)
"IT'S HARD OUT HERE FOR A PIMP": Hustle & flow
Traveling Thru: Transamérica

MEJOR CORTO ANIMADO

Badgered
The Moon and the Son: An Imagined Conversation
The Mysterious Geographic Explorations of Jasper Morello
9
One Man Band

MEJOR CORTO DE IMAGEN REAL

Ausreisser (The Runaway)
The Last Farm
Cashback (The British Film Institute)
Our Time Is Up
Six shooter

EDICIÓN DE SONIDO

King Kong
Memorias de una Geisha
La guerra de los mundos

MEJORES MEZCLAS DE SONIDO

Las crónicas de Narnia: El león, la bruja y el armario
King Kong
Memorias de una Geisha
En la cuerda floja
La guerra de los mundos

EFECTOS VISUALES

Las crónicas de Narnia: El león, la bruja y el armario
King Kong
La guerra de los mundos

GUIÓN ADAPTADO

Brokeback Mountain. (En terreno vedado)
Truman Capote
El jardinero fiel
Una historia de violencia
Munich

GUIÓN ORIGINAL

Crash. (Colisión)
Buenas noches, y buena suerte
Match Point
The Squid y the Whale
Syriana

Melodías de Broadway, 1955

Backstage plays


“The band wagon”
Vincente Minelli, 1953
Fred Astaire (Tony Hunter), Cyd Charisse (Gabrielle Gerard), Oscar Levant (Lester Marton), Nanette Fabray (Lily Marton), Jack Buchanan (Jeffrey Cordova)
Fred Astaire interpreta a Tony Hunter una vieja gloria de Broadway que ahora ha sido olvidada. Los Marton han creado un libreto de una revista dirigida al gran público que le hara volver a estar en el “candelabro”. El productor será Jeffrey Cordova, un actor de teatro clásico que quiere a tranformar la obra en un nuevo Fausto. El tema de la película, y favorito de Minelli, es: ¿a quién pertenece el resultado?

Melodías de Broadway trata de los piques en el mundo del espectáculo, pero lo hace en clave de comedia. Eso significa que los odios se divulgan delante de todo el mundo. Los personajes son como niños tirándose de los pelos. Minelli no quiere mostrar otra cosa.

Betty Comden y Adolph Green escribieron la obra. Un año antes habían triunfado con otro musical: “Cantando bajo la lluvia” que habla de los bastidores del cine, en vez del teatro. Las canciones de Arthur Schwartz y Howard Deitz eran ya viejas conocidas del público. Pero “That’s entertainment” se escribió para la película y probablemente es la que la hizo más inolvidable.

Los tres entierros de Melquiades Estrada



Tommy Lee Jones, 2005
Reparto: Tommy Lee Jones (Pete Perkins), Barry Pepper (Mike Norton), Julio César Cedillo (Melquiades Estrada), Dwight Yoakam (Belmont), January Jones (Lou Ann Norton), Melissa Leo (Rachel), Levon Helm (Anciano ciego), Mel Rodríguez (Capitán Gómez), Cecilia Suárez (Rosa), Ignacio Guadalupe (Lucio), Vanessa Bauche (Mariana).
Guión: Guillermo Arriaga.
***
Malos salvables

La primera película que dirige Tommy Lee Jones viene avalada por un guión de Guillermo Arriaga. Esto es algo que hay que soportar antes que celebrar. Un guionista que ha escrito el guión de “Amores perros” y “21 gramos” no puede contar una historia sin añadirle artificios que demuestren cuanto sabe. Yo les recomiendo que aguanten el principio con las monerías del desorden temporal porque luego entra en harina.

Tommy Lee Jones interpreta a Pete, un americano que hace amistad con un espalda mojada sin papeles que se llama Melquiades Estrada. Es el muerto de la primera escena. Pete averigua quien lo mató, trama una venganza y lo rapta. El espectador no sabe que quiere hacer con el asesino de Melquiades, y él asesino tampoco.

Lo más chocante de esta historia es que el protagonista tiene las cualidades de los malos en todas las películas: tiene una idea fija. Mientras que al malo le ocurre lo que suele ocurrirle a los buenos: que tiene la posibilidad de cambiar y de aprender una lección importante. Esa vuelta de tuerca a los tópicos la hace una película especial. Una película digna de verse.

Lo único que le falta, para ser más intensa, es que conociéramos mejor a Melquíades, que le cogiéramos cariño igual que se lo coge Tommy Lee Jones. Pero no había tiempo. Con tanto malabarismo temporal, al guionista no le quedó tiempo para hacer su trabajo.

7 vírgenes

¿Y cuándo empieza la película?


Alberto Rodríguez, 2005
Reparto: Juan José Ballesta (Tano), Jesús Carroza (Richi), Vicente Romero (Santacana), Alba Rodríguez (Patri), Julián Villagrán (José María), Manolo Solo (Director del centro), Ana Wagener (Madre de Richi), Maite Sandoval (Madre de Patri).
Guión: Alberto Rodríguez y Rafael Cobos López.
**
Tano está encerrado en un reformatorio y tiene dos días de libertad para ir a la boda de su hermano. “7 vírgenes” quiere resumir, a través de todo lo que hace en esos dos días quien es Tano. Vive en un poblado chabolista de Sevilla igual que su amigo Richi. Los dos amigos se quieren y se odian, respetan cosas como su honor (se pelean por unos insultos) o la fidelidad (vengan un amigo que han apaleado).

Richi sabe lo que quiere hacer en la vida: tener un piso y llevarse allí a su familia. Tano sabe lo que no quiere: no quiere ser como el empleado de la pollería; pasarse cuarenta años haciéndo lo mismo. “Si me ves como ese dentro de veinte años, coge una pistola y me vuelas la nuca,” Le dice a su amigo.

La película es un viaje a otro sistema de valores. Tano y Richi nos muestran otra clave de lo que está bien y lo que está mal: robar no está mal. Los dos se roban el uno al otro y siguen tan amigos. Violar a una joven de 12 no esta muy bien, pero Tano tampoco se escandaliza. Las drogas duras son igual que el alcohol.

Richi es la figura más interesante de la película porque sin él no sabríamos nada de Tano. Tano tiene miedo de violar el permiso, pero Richi es el mismo de siempre, y gracias a él sabemos cual era la rutina de estos dos amigos.

El hermano va a casarse pero no va a ser feliz. La vida del hermano es parecida a la del empleado de la pollería. Cuando Tano le regala un televisor se enfada. Tiene una amiga, Patri. También ella se enfada por su regalo. Tano no entiende que nadie quiere eso de él.

Hasta aquí la presentación de los personajes. Hemos tardado una hora de película en conocerlos, pero aún no hay película. La película empieza cuando Tano tiene que tomar dos decisiones. La primera decisión es si va a cobrarse una venganza o no. La segunda decisión es más importante aún. Pero justo cuando vamos a tener historia, salen los letreros del final.

Centauros del desierto

Venganza y prejuicio


"The searchers"
John Ford, 1956
John Wayne (Ethan Edwards), Jeffrey Hunter (Martin Pawley), Vera Miles (Laurie Jorgensen), Natalie Wood (Debbie Edwards)
*****
Si miramos con distancia, Centauros es una película de una venganza, igual que las de Seagal, Van Damme, Charles Bronson, casi todas las de Karate y la última de Spielberg. Ethan Edwards vuelve a casa de su hermano dos años después de la guerra. Al día siguiente los comanches arrasan la casa, torturan a su hermano y a su esposa y raptan a las dos niñas. Ethan jura vengarse y dedica a ese único propósito siete años de su vida. Sabe que los comanches son más, pero también sabe que ellos olvidan y él no. Martín, el joven mestizo que adoptó la familia, le acompaña. Martín quiere rescatar a la niña que queda con vida, Debbie, y también acompaña a Ethan porque no se fía de él.

Las películas de venganza tienen pocas variantes. El ofendido se venga para regocijo de la sala que puede participar en un linchamiento sin sentirse culpable; o bien el ofendido perdona y nos da una lección de urbanidad. Una variante que deja contentos a todos es aquella en la que el ofendido perdona pero el malo muere porque lo pilla un tren, o se cae por un desfiladero. En definitiva, lo mata el guionista.

La variante de “Centauros” supera todos estos planteamientos. Ethan tiene dos intereses en liza. Quiere vengarse de los indios y quiere rescatar a su sobrina; pero cuando la encuentra ve que ella se ha convertido en una comanche. Su primera reacción es matar a la joven. Hasta tal extremo ha llegado su odio. Lo que Ethan tiene que aprender no es a perdonar. Nadie perdona a los asesinos en esta película. Tiene que aprender a distinguir entre los comanches y una comanche.

Libros de guión

A veces pienso que no debía haber llamado “cine” a esta página, sino “el guión.” Sólo me interesan los relatos, las historias. Y sigo sin entender, como he dicho en alguna otra ocasión, que a alguien le guste una película porque un actor lo hace bien. ¿Se imaginan que la poética de Aristóteles juzgara muy buena la obra de “Edipo rey” por la interpretación que hace de Edipo un tal Anaxipopulos?

Casi todos los libros de guión hacen referencia a la “Poética” de Aristóteles porque el griego ya se planteó que es lo que hace a las historias conmovedoras o indiferentes, claras o inverosímiles. Y libros de guión son lo que quiero comentar. Empezaré por el último que he leído.

“¿De qué tratan realmente las películas?” Carmen Sofía BRENES. Brenes ha leido a fondo a varios clásicos del guión, empezando por Aristóteles, Richard Walter, Giovanni Robiano, Lajos Egri y se dedica a resumirlos de forma amena. Para ejemplificar todas sus ideas ha utilizado una película de John Ford: “The Searchers.”

“Cómo convertir un buen guión en un guión excelente.” Linda SEGER. Este libro le dedica un apartado a “Único testigo.” Trata de ser un libro de recetas para el éxito. No comparto el entusiasmo que suscita en casi todo el mundo.

“Cómo se escribe un guión.” Michel CHION. Chion pone sus ejemplos de cuatro películas que analiza al principio escena a escena: “Pauline en la playa,” “Tener y no tener,” “El testamento del doctor Mabuse,” “El intendente Sansho.” Tiene una forma de exponer un poco académica.

“El guion clásico de Hollywood” Mario ONAINDÍA. Más académico que el anterior tiene a su favor la película que usa para apoyar su estudio: “El apartamento” de Billy Wilder.

“Prácticas con 4 guiones” Syd FIELD. “Telma y Louise,” “Terminator 2,” “El silencio de los corderos” y “Bailando con Lobos” son sus cuatro guiones. Syd Field es uno de los más enardecidos defensores de la teoría de los tres actos, los dos puntos de giro al final del primer y segundo acto (pp1 y pp2) y el punto medio.

“El guión.” Robert McKEE. Es otro apasionado de la estructura, recoge los principios de Field pero su trabajo es más serio.

“El viaje del escritor.” Stephen VOGLER. Vogler establece paralelismos entre los mitos, los cuentos tradicionales y las novelas y las películas. Analiza todas las historias como una estructura básica, la del viaje del héroe, y define el orden de los episodios y los personajes que le ayudan u obstaculizan su peripecia.

Orgullo y prejuicio



El amor y sus obstáculos

Joe Wright, 2005 (Reino Unido)
Reparto: Keira Knightley (Elizabeth Bennet), Matthew Macfadyen (Sr. Darcy), Brenda Blethyn (Sra. Bennet), Donald Sutherland (Sr. Bennet), Tom Hollander (Sr. Collins), Rosamund Pike (Jane Bennet), Jena Malone (Lydia Bennet), Judi Dench (Lady Catherine de Bourg), Carey Mulligan (Kitty Bennet), Talulah Riley (Mary Bennet).
Guión: Deborah Moggach; basado en la novela de Jane Austen.
He visto ya dos series de la BBC dedicadas a Elizabeth Bennet, y me consta que hay varias versiones antiguas, una de 1940, de Robert Z. Leonard, que no he visto. El número de versiones más o menos libres parece mucho mayor; “El diario de Bridget Jones” confiesa sus deudas desde el principio, y “Bodas y prejuicios” cambia sólo algunos detalles y la actualiza.

Una historia de amor se puede resolver en dos tomas, primero una mirada y luego dos amantes cogidos de la mano, o bien desayunando en la cama, y ya está. Si uno quiere que un espectador aguante una película tiene que poner algo más, claro. A Shakespeare se le ocurrió enamorar a dos apellidos rivales: fabuloso. A Austen se le ocurrió que los problemas para unir a sus enamorados podían venir de ellos mismos: mejor todavía. Ella le prejuzga, él es demasiado orgulloso. ¿Cambiará cada uno de los dos? ¿Triunfará el amor o seguirán siendo igual de testarudos?

Ver cambiar a un personaje delante de nosotros es uno de los grandes placeres del cine. Liza descubre en cada escena algo más de el hombre que ella ha rechazado inducida por las calumnias y las primeras impresiones. La primera mitad es una comedia de costumbres, la segunda gira hacia el melodrama. Las versiones para televisión han preferido, o han podido permitirse gracias a la duración, mantener cierto tono de comedia hasta el final.

Hay algo en lo que han coincidido todas las versiones que conozco, ningún director consiente que se besen. Y uno se empapa tanto del mundo victoriano que podría escandalizarse si lo hicieran.

Cine


Eduardo Mendoza
El país, 6 de febrero de 2006
Hace muchos años el cine era un medio de expresión en el que convergían nuestra concepción de la realidad y nuestros sueños. En este sentido era un arte. Brillaba con luz propia y era un fin en sí. Naturalmente, como en todo arte, había un pequeño porcentaje de autenticidad, bastante morralla y muchos ejemplares fronterizos que participaban por igual de las dos categorías. Por esto, para evitar confusiones dentro y fuera de la profesión, los profesionales del cine, constituidos en gremio, se concedían a sí mismos unos premios anuales. No los críticos, ni el público, ni un estamento oficial, sino la propia profesión decidía y expresaba sus propios críterios de excelencia y de ética. Este proceso culminaba en una ceremonia pública, solemne y vistosa, que aunaba el reconocimiento de la calidad, el esplendor de la empresa y la quintaesencia del glamour.

Decir que esto pasó es tan tópico como cierto. Hoy el cine no es un arte, sino un sector de la industria donde el arte y el artista tienen lugar, pero no son ni el motor ni la meta. A caballo entre un infantilismo sin paliativos y una seriedad plúmbea, el cine es como estos autobuses urbanos a los que sólo suben los niños y los viejos, mientras que la población útil va en coche. Trastos grandes, semivacíos, subvencionados.
No obstante, por inercia, por nostalgía, pero también por resistencia heroica, la profesión continúa organizando periódícamente sus galas: pronto, los Oscar; hace poco, a nuestra humilde escala, los Goya. No lo digo con sorna ni desdén, sino al contrario: es necesario mantener los antiguos criterios, los juicios de valor, el estímulo y el orgullo y la fe en lo que se hace. Pero creo llegada la hora de cambiar el formato. O sea: abandonar los reflectores, el vestir de tiros largos, la marcha triunfal y el desparpajo fingido, y unos guiones jocosos en los que no parece creer ni quien los concibe ni quien los actúa, y conceder los premios en oscuros despachos mal iluminados, con archivadores metálicos, personal desganado y fórmulas rutinarias: "Sírvase por la presente recibir el premio a la mejor actriz, y que Dios se la depare buena". Un acto breve, austero, como corresponde al buen soldado, consciente de que se acabó el desfile pero no la guerra.

James Mangold, 2005
Reparto: Joaquin Phoenix (Johnny Cash), Reese Witherspoon (June Carter), Ginnifer Goodwin (Vivian Cash), Robert Patrick (Ray Cash), Dallas Roberts (Sam Phillips), Dan John Miller (Luther Perkins), Larry Bagby (Marshall Grant), Shelby Lynne (Carrie Cash), Tyler Hilton (Elvis Presley), Waylon Malloy Payne (Jerry Lee Lewis).
Guión: James Mangold y Gill Dennis; basado en los libros "Man in black" y "Cash: The autobiography" de Johnny Cash.
***
La biografía y la ficción

No recuerdo ningún biopic que me haya entusiasmado. Huyo de ellos como de la peste. Tienen el mismo interés que un documental; sirven para fijar en la memoria el nombre de algún personaje famoso que, si no fuera por la película, costaría recordar.

La ficción tiene sus reglas, su formato, y la biografía corre por otro camino muy distinto. En la ficción sobra todo lo que no es necesario; en la biografía todo está porque sí. En una buena ficción se plantea algún problema, un interrogante que, al final se responde como espera el espectador, que siempre espera algo, o con una sorpresa. ¿Qué biografía cabe en esa cuadrícula?

Los guionistas de “En la cuerda floja” lo han intentado. Han planteado la biografía de Johnny cash con varios interrogantes. ¿Caerá en la droga para siempre? ¿se casará con su compañera, la cantante June Carter? Y, además, han buscado cierta unidad con el episodio que marcó la infancia del cantante. Cuando era pequeño murió su hermano, era el favorito de sus padres. Con estos apaños han conseguido sacar la segunda mitad de la película adelante; funciona como una ficción.

La mayor pega es que la historia de su primer matrimonio, que consume casi toda la película, se convierte en un obstáculo. Todo ese bloque está pensado con los ojos puestos en la ruptura. Esto sólo hubiera funcionado en una historia con una esposa insoportable. ¿Cómo se narra eso sin enemistarse con las tres hijas del matrimonio que tenían que dar su beneplácito al guión? No es posible. Por eso la primera parte de la película cojea.

El buen ladrón


Neil Jordan, 2002
Reparto: Nick Nolte (Bob Montagnet), Tchéky Karyo (Roger), Saïd Taghmaoui (Paulo), Nutsa Kukhianidze (Anne), Emir Kusturica (Vladimir), Ouassini Embarek (Saïd), Ralph Fiennes (Tony Angel), Gérard Darmon (Raoul), Marc Lavoine (Remi).
Guión: Neil Jordan; basado en 'Bob le flambeur' de Jean-Pierre Melville.
El azar

El primer logro de “El buen ladrón” es conseguir un ladrón que cae bien. Bob es un jugador compulsivo, heroinómano y amante de los números primos, entre otras debilidades. Y no deja a ningún ser desvalido en la estacada. Ayuda a su camello con la policía y a la chica de alterne contra los proxenetas. De sus reglas, la mejor es que hay que perder o ganar, pero siempre con elegancia. Por eso se lleva estupendamente con el policía que le sigue a la espera de su siguiente golpe. Para despistar al policía planea dos golpes, no sabemos cual más azaroso.

La película se deja ver con gusto, porque uno quiere que el ladrón se salga con la suya a toda costa, a la vez que ve acumularse problemas que nos aseguran que no puede conseguirlo. Al espectador le dan ganas de que aparezca ese odiado Deus ex machina de cualquier esquina. Y en esos casos, el as consiste en que la salvación no venga del azar, sino de la necesidad. De un guión bien construido.
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