Tontos muy tontos
Lo chocante de los Coen es que sean capaces de imitar un género tras otro con todas sus reglas, desde la screwball al thriller y que a la vez se empeñen con tanto ahínco en saltarse reglas básicas. Pongamos "Crueldad intolerable". Era una comedia graciosa con los líos de la separación de bienes. Clooney estaba enamorado de Zeta Jones, pero entonces ¿A quien se le ocurre meter a un asesino a sueldo? Un galán no puede asesinar a la chica de la que acaba de enamorarse. Sí, ya sé, puestos a saltarnos las reglas, mejor que se las salten los Coen. Pero es que no me vale que se carguen siempre a quien les da la gana.
"Burn after reading"
Joel Coen y Ethan Coen, 2008
Reparto: George Clooney (Harry Pfarrer), Frances McDormand (Linda Litzke), John Malkovich (Osborne Cox), Tilda Swinton (Katie Cox), Richard Jenkins (Ted), Brad Pitt (Chad Feldheimer), Elizabeth Marvel (Sandy Pfarrer), J.K. Simmons (jefe de la CIA).
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Pitt hace de tonto que se mete en un lío por no saber explicarse cuando va a devolver un cd. Clooney es un tonto adúltero, un tonto que no sabe a que mujer quiere, un tonto con pistola. McDormand es una tonta que no sabe donde están los espías del siglo XXI y quiere venderse a quien sea con tal de operarse sus michelines. Malcovich es un tonto cabreado, un tonto malo. Richard Jenkins, el jefe del gimnasio, es el único que se salva porque hace de tonto enamorado.
Carlos Boyero. El País: En Quemar después de leer retornan a un género que estoy seguro que aman, pero que tengo la sensación de que no les ha correspondido hasta ahora. Es el de la comedia enloquecida, la sátira permanente, el esperpento con pretensiones de gracia inmediata. Ese juguete que tanto aman no les funcionó en Arizona baby, ni en El gran salto, ni en O Brother!, ni en Crueldad intolerable. Sí les funciona el esperpento y la ironía cuando la introducen tangencial y complementariamente en sus tortuosos y estilizados dramas, en su admirable cine negro.
Roberto Piorno. Guía del Ocio ***: El quid de la cuestión de la comedia es el disparate de ver a un puñado de minusválidos emocionales incapaces de gobernar la nave de su vida pululando por los alrededores de la alta política y de las grandes cuestiones que atañen a la seguridad del país.
Alejandro G. Calvo. El Cultural: No hay un solo plano que sobre o falte en la película, la ecuación es tan calculada que acaba dando rabia. Como siempre en estos casos la clave se encuentra en la portentosa fluidez de la narración que acaba convirtiendo la película en un disfrute continuo.
Francisco Marinero. Metropoli ***: Cuando menos miméticos son los hermanos Coen, mejores resultan sus películas. Como esta original comedia con humor de todos los colores que, dato aparentemente anecdótico pero revelador porque la hace casi insólita en su filmografía, muestra personajes, situaciones y costumbres actuales sin limitarse a añorar y parodiar los tradicionales (aunque se les considera paradigma de cineastas independientes, buscan su inspiración en los tópicos de los géneros comerciales).
Enrique Colmena. Criticalia *: el guión de este “Quemar después de leer” parecen haberlo escrito convenientemente mecidos en alas lisérgicas, tras haberse leído de un tirón, entremezcladas, las obras completas de John LeCarré y de Ibáñez (hablamos del autor de Mortadelo y Filemón, of course).
RT | IMDB | La Butaca | Web
Roberto Piorno. Guía del Ocio ***: El quid de la cuestión de la comedia es el disparate de ver a un puñado de minusválidos emocionales incapaces de gobernar la nave de su vida pululando por los alrededores de la alta política y de las grandes cuestiones que atañen a la seguridad del país.
Alejandro G. Calvo. El Cultural: No hay un solo plano que sobre o falte en la película, la ecuación es tan calculada que acaba dando rabia. Como siempre en estos casos la clave se encuentra en la portentosa fluidez de la narración que acaba convirtiendo la película en un disfrute continuo.
Francisco Marinero. Metropoli ***: Cuando menos miméticos son los hermanos Coen, mejores resultan sus películas. Como esta original comedia con humor de todos los colores que, dato aparentemente anecdótico pero revelador porque la hace casi insólita en su filmografía, muestra personajes, situaciones y costumbres actuales sin limitarse a añorar y parodiar los tradicionales (aunque se les considera paradigma de cineastas independientes, buscan su inspiración en los tópicos de los géneros comerciales).
Enrique Colmena. Criticalia *: el guión de este “Quemar después de leer” parecen haberlo escrito convenientemente mecidos en alas lisérgicas, tras haberse leído de un tirón, entremezcladas, las obras completas de John LeCarré y de Ibáñez (hablamos del autor de Mortadelo y Filemón, of course).
RT | IMDB | La Butaca | Web
5 comentarios:
me parece muy grata tu aportación, mucho más que las mierdas que más abajo se refieren. grazie.
La mejor frase de toda la película, para mi gusto, es esa que le dice el director de la CIA al jefe de Ozzy Osbourne: "vuelva a verme cuando esto tenga sentido".
Creo que voy a empezar a utilizarla en mi vida diaria, para contestar a las llamadas impertinentes, los correos electrónicos estúpidos, etc.
Creo que yo también la usaré.
Los Coen han hecho una película sobre la estupidez humana, que se multiplica alrededor de ilusiones y de lo que (al final) se revela como una nadeza. 'Quemar después de leer' es mucho más que un chiste: es la confirmación de que los Coen saben diluir como nadie las fronteras entre los géneros, acá entre la comedia y el cine negro, vaciándolos de pretensiones por pura travesura. Para mí, su mejor virtud. En mi opinión es, como (casi) toda la filmografía de los Coen, muy recomendable.
Un saludo
Jordi Revert
Se me quedó la misma cara que J.K. Simmons al término de filme. Como dices, un chiste sin gracia contado por un tipo con poco salero para contarlos. Actores sobreactuados, situaciones que no encajan... En fin, que debe ser la de arena de los Coen. Espero que la próxima de cal no tarde en llegar.
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