Podemos reconocer otro aspecto de este mismo antagonismo a través de la arquitectura: desde esta perspectiva, Norman vendría a ser un sujeto escindido entre las dos casas, el hotel moderno horizontal y la casa gótica vertical de la madre, condenado a errar de una a otra sin encontrar un lugar que le sea propio. En este sentido, el carácter unheimlich del final de la película procede de que, a través de su completa identificación con la madre, Norman ha encontrado finalmente su heim, su casa. Este tipo de escisión sigue siendo visible en obras modernistas como Psicosis, mientras que el principal objetivo de la arquitectura posmoderna es desdibujarla. Baste pensar en el «Nuevo Urbanismo» y su retorno a las pequeñas casas familiares con sus porches delanteros, para recrear la acogedora atmósfera de una comunidad local: estamos ante la versión más pura de la arquitectura como ideología, dispuesta a ofrecer una solución imaginaria (aunque «real», materializada en la disposición fisica de las casas) a una problemática social real que no tiene nada que ver con la arquitectura y sí todo que ver con la dinámica del capitalismo tardío. Encontramos el mismo antagonismo, pero en versión más ambigua, en la obra de Frank Gehry: ¿por qué es Gehry tan popular, por qué es una auténtica figura de culto? Gehry toma como punto de partida uno de los dos polos del antagonismo, ya sea la anticuada casa familiar o el edificio modernista de cemento-y-cristal, y luego la somete a una especie de distorsión cubista anamórfica (ángulos curvados de las paredes y ventanas, etcétera) o bien combina la vieja casa familiar con un complemento modernista, en cuyo caso, tal como señaló Fredric Jameson, el punto central pasa a ser el lugar (la habitación) que se halla en la intersección entre los dos espacios. En resumen, ¿no está haciendo Gehry con la arquitectura lo que los indios caduveo (según la magnífica descripción de Lévi-Strauss en Tristes trópicos) trataban de conseguir tatuando sus caras, es decir, resolver por medio de un acto simbólico la realidad de un antagonismo social, a través de la construcción de una solución utópica, una mediación entre los opuestos? Esta es, pues, mi hipótesis final: si hubiera sido Gehry quien hubiera construido el motel Bates, combinando directamente la vieja casa de la madre y el hotel moderno en una nueva entidad híbrida, Norman no habría tenido motivo alguno para matar a sus víctimas, pues se habría visto liberado de la insoportable tensión que le empuja a ir de un lugar a otro; hubiera tenido un tercer lugar capaz de mediar entre los dos extremos.
Slavoj Žižek “Lacrimae Rerum. Ensayos sobre cine moderno y ciberespacio”
2 comentarios:
holasss me gusto mucho lo q decias el articulo sobre la arquitectura y sobretodo sobre mi idolo frank ghery nda mas ke decir me encanta en deconstructivismo aunke creo q a ti te interesaba mas lo del cine ....pero = jajaj
aiozzzzzzz
Lo dice Zizek. Es un párrafo copiado de su libro.
Publicar un comentario