Viridiana



Escándalos

Luis Buñuel, 1961
Sivlia Pinal (Viridiana), Francisco Rabal (Jorge), Fernando Rey (Don Jaime), José Calvo (mendigo), Margarita Lozano (Ramona), Teresa Rabal (Teresita)
En 1960 el régimen franquista seguía buscando el reconocimiento de las democracias liberales que habían ganado la guerra. En un gesto de apertura, invitó a Buñuel a rodar una película en España. El guión fue recortado por la censura. En el final de Buñuel Viridiana se acuesta con Jorge y le quita el lugar a Ramona. En la versión definitiva los tres juegan al tute. También tuvo que suavizar la dureza de la madre superiora y algunos símbolos religiosos.

La película se acabó con prisa para presentarla en Cannes y ganó la Palma de Oro y el Premio del jurado. El Vaticano desde su prensa oficial, L’Osservatore Romano tachó la película de blasfema. Eso produjo una tormenta política en el régimen de Franco. Una película rodada en España se hacía con el reconocimiento internacional y a la vez era proscrita por uno de los pilares del régimen, la iglesia. El Director General de Cinematografía y Teatro, Muñoz Fontán, fue cesado fulminantemente; el ministro de Información y Turismo, Arias Salgado, dimitió unos meses después.

La película se prohibió en todo el país, la censura no permitió nombrarla a la prensa. La productora UNINCI sufrió un proceso por exportación ilegal de la película y se arruinó. Los españoles pudieron verla por primera vez en 1977. Y sólo se reconocerá su nacionalidad española a partir de 1983.

¿Es una película tan escandalosa? Vista hoy día, desde luego que no. Pero sirve para comprender qué resultaba escandaloso en otras generaciones.

Viridiana cuenta dos historias en una. La primera parte es la historia de Don Jaime (Fernando Rey). Viejo ya, hace venir a su sobrina, a la que tenía olvidada en un convento, y se obsesiona con la idea de retenerla en su casa. Para conseguirlo la narcotiza y le hace creer que ha tomado su cuerpo, y que siendo impura no puede volver al convento. Ella huye y él se suicida.

En la segunda parte un hijo natural de Don Jaime y Viridiana se reparten la hacienda. Él tiene planes de reforma para la extensa finca, vive en la casa con una amante y trata de conseguir a Viridiana. Ella es una católica devota ajena al mundo material y a la pasión. También, intenta demostrar la película, es ajena a la realidad.

Viridiana recoge a los mendigos y los lleva a su casa donde les da de comer y trata de salvar sus almas. Una noche los dos señores se ausentan y los mendigos destrozan la casa.

La película es una burla de los buenos sentimientos, un exabrupto, una obra iconoclasta que utiliza las imágenes católicas. La más recordada el cuadro de La última cena de Leonardo que es imitado en la escena de los mendigos borrachos.

2 comentarios:

N.A.D.A. dijo...

Imposible no apreciar el crudo humor negro de esta pelicula, llena de burlas descaradas pero muy bien colocadas hace que a cada momentos se sienta en el ambiente una turbiedad de todos los valores existente. Llega a ser macabra en su desverguenza, pero bella en ese sentido tan fragil con lo que se muestran los esfuerzos burlados de Viridiana. Notable el suicidio con la cuerda de la niña.

SALUDOS

Anónimo dijo...

Existe una imagen en internet (que la tengo en el celular, fondo de pantalla, msn, etc...) donde està Viridiana con una corona de espinas en la cabeza y vièndose en un espejo. Me gustarìa saber si pertenece a una escena eliminada o censurada, ya que hubiera deseado verla. Viridiana Pinal es la ùnica sobreviviente de esta obra maestra de la cinematografìa, asì que hay que cuidarla y alabarla en todo momento y, sobretodo, valorarla.

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