Entre copas

Alexander Payne, 2005
Reparto: Paul Giamatti (Miles), Thomas Haden Church (Jack), Sandra Oh (Stephanie), Virginia Madsen (Maya), Marylouise Burke (Madre de Miles), Jessica Hecht (Victoria), Missy Doty (Cammi), Alysia Reiner (Christine), Shaké Toukhmanian (Sra. Erganian), Duke Moosekian (Mike Erganian).
Guión: Alexander Payne y Jim Taylor; basado en la novela de Rex Pickett.
* * *
Antihéroes

Hay películas que me da miedo comentar. Me ocurre cuando vienen llenas de estrellas y todos los entendidos del mundo se han puesto de acuerdo. También me ocurre con los clásicos que vienen ya con la etiqueta de magistrales y no se te ocurra decir otra cosa. Me ocurre, en fin, con todas las vacas sagradas. A nadie le importa si te gustan o no, a nadie le importa lo que ves. Son películas que te ningunean un poco, porque lo único que esperan leer tus lectores es cuantas genuflexiones hiciste delante de ellas, o cuantas ampollas te salieron en las manos de aplaudir. Entre copas llega por fin a nuestras pantallas, y viene con tanto laurel que yo no sé si es tan sublime, o es que me ha asutado o que.

Al cine le ocurre lo que al vino. Si bebes de vez en cuando puedes llegar a distinguir un vino de tetrabrick de un Marques de Cáceres. Pero esa gente que paga una millonada por una botella de Vega Sicilia siempre me parecerán unos locos. Comprendo mejor al señor aquel que lo mezcló con casera. El protagonista de “entre copas”, Milles, es un entendido en vinos que entendería perfectamente el precio de una de esas botellas. Un experto que es capaz de devolver una botella al camarero porque una de las uvas está pisada con un calcetín de nylon.

Su amigo, Jack, es un hombre despreocupado. Un hombre feliz que va a casarse en una semana y le acompaña en su ruta de degustación vinícola, pero en realidad, lo que sueña es echar una cana al aire. El contraste entre esas dos formas de entender el mundo, la vida, o el amor, hacen la película, más que la ruta, por eso en vez de road-movie, parece una buddy movie.

El vino favorito de Miles es el Pinot. Su uva es delicada y vulnerable, y cuando le cuenta esto a la chica que le gusta, sabemos que está hablando de si mismo. Miles es un tipo débil, no puede superar haber perdido a su esposa, y no puede lucir ninguna estrella en la vida, el libro que su amigo elogia sin cesar porque no ha leído, no va a ser publicado. Miles es un antihéroe de verdad. Supongo que por eso se dedica a la enseñanza, vamos, supongo.

Francisco Marinero ****: Personajes comunes y corrientes con un problema común y corriente a su edad, con el que es fácil identificarse: la pérdida de la esperanza de cumplir sus antiguas ilusiones. Los diálogos son triviales, nunca quejumbrosos, y las situaciones, perfectamente verosímiles, y el mérito es introducir en su admirable guión reacciones de humor absurdo, igualmente discretas y por eso mismo de mayor eficacia cómica.
Richard Corliss: One other thing: Sideways is by far the year's best American movie. It's vigorous, gracious, tenderly attentive to Miles' and Jack's immense flaws — a paean to the durability of life's losers, which is to say most of us. This sunny, funny trip of a film would stamp a 2-hr. smile even on Miles' forlorn face.
Jack and Miles are ideal opposites. Miles is nerdy and needy, analyzing every sip of wine, fretting over every impulse, convinced that he's too insignificant a writer even to kill himself: "Hemingway, Sexton, Plath, Woolf — you can't commit suicide until you're published."
Mr Cranky (-2): I'm convinced that film critics are all agog over Alexander Payne's movies because his characters are so pathetic that even if you're a newspaper slag working 60 hours a week at some 5,000 circulation community rag and your life is effectively going nowhere, you can feel like an accomplished overachiever by comparison.
Ebert ****: What happens between them all is the stuff of the movie, and must not be revealed here, except to observe that Giamatti and Madsen have a scene that involves some of the gentlest and most heartbreaking dialogue I've heard in a long time. They're talking about wine. He describes for her the qualities of the pinot noir grape that most attract him, and as he mentions its thin skin, its vulnerability, its dislike for being too hot or cold, too wet or dry, she realizes he is describing himself, and that is when she falls in love with him. Women can actually love us for ourselves, bless their hearts, even when we can't love ourselves. She waits until he is finished, and then responds with words so simple and true they will win her an Oscar nomination, if there is justice in the world.

Rotten Tomatoes: 96% $53m.

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