Chicas malas

Mark Waters, 2004
Reparto: Lindsay Lohan (Cady Heron), Rachel McAdams (Regina George), Tina Fey (Sra. Norbury), Tim Meadows (Sr. Duvall), Amy Poehler (Sra. George), Ana Gasteyer (Betsy Heron), Lacey Chabert (Gretchen Weiners), Lizzy Caplan (Janis Ian), Daniel Franzese (Damian), Neil Flynn (Chip Heron), Jonathan Bennett (Aaron).
Guión: Tina Fey; basado en el libro "Queen bees and wannabes" de Rosalind Wiseman.
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Difamación y prejuicio

Hacer cine de adolescentes es un chollo porque cada pocos años te cambian el público y puedes volver a largar la misma historia sin que nadie se queje, siempre que actualices las canciones y alguna muletilla, y te burles de alguna película supuestamente progre de la generación anterior. Es lo que hace todo el mundo, sin embargo, en “Chicas malas” tengo la sensación de que los creadores quieren superar un listón.

El drama de los alumnos de este colegio estadounidense me alarmó más que el de los alumnos de Beslam. Un álbum lleno de calumnias es descubierto y la comunidad escolar se sume en el caos y el desconcierto. No debemos tomar ese álbum como un tema baladí, porque apunta a lo más vulnerable de la sociedad americana: su narcisismo.

Lindsay Lohan y también las protagonistas de Jane Austen se empeñan en creer que el galán de turno les pide cuentas por su mal comportamiento, en vez de asumir la realidad, o sea, que los galanes tienen otras motivaciones en la vida más importantes que la ética, como puede ser, por ejemplo, la cosmética.

Lo mejor, sin duda es el sociograma que la recién llegada Cady, que se pronuncia “queidi”, hace del instituto a la hora del almuerzo. En una mesa se sientan los don nadies, en otra las quiero y no puedo, en otra las empollonas autistas, en otra los chicos guapos. El centro de la historia es el grupo de las “divinas” (the Plastics) que son las guapas, y donde dado su físico, Lohan es invitada nada más llegar. Ella acepta, pero en realidad se siente mejor con los niños raros, los gays, así que hace un doble juego. La moraleja, como siempre, no vale mucho; viene a decir “no calumiarás” o algo por el estilo, pero el verdadero error de esta niña mona es que, ya que tiene tan claro quien es quien en su comunidad, debería haber escogido un solo partido.
Alberto Bermejo *: Exótica a priori, por haber vivido su niñez en África debido a la profesión de sus padres, la adolescente que protagoniza este subproducto, digno de unas terceras rebajas en unos grandes almacenes, se somete, entre curiosona y distante, a las delirantes reglas de juego de un instituto de secundaria norteamericano.
Ebert ***: Lohan has a quiet self-confidence that prevents her from getting shrill and hyper like so many teenage stars; we believe her when she says that because of her years in Africa, "I had never lived in a world where adults didn't trust me." She never allows the character to tilt into caricature, and for that matter even the Plastics seem real, within their definitions of themselves, and not like the witch-harridans of some teenage movies.

Rotten Tomatoes = 87% $85m.

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