Peter Seagal, 2003
Reparto: Adam Sandler (Dave Buznik) Jack Nicholson (Dr. Buddy Rydell) Marisa Tomei (Linda) Luis Guzm?n (Lou) Jonathan Loughran (Nate) Kurt Fuller (Frank Head) Krista Allen (Stacy) January Jones (Gina) John Turturro (Chuck) Lynne Thigpen (Jueza Honora Daniels) Nancy Walls (Asistenta de vuelo) Woody Harrelson (Galaxia /Garry el guardia)
* * *
La ira buena y la malaReparto: Adam Sandler (Dave Buznik) Jack Nicholson (Dr. Buddy Rydell) Marisa Tomei (Linda) Luis Guzm?n (Lou) Jonathan Loughran (Nate) Kurt Fuller (Frank Head) Krista Allen (Stacy) January Jones (Gina) John Turturro (Chuck) Lynne Thigpen (Jueza Honora Daniels) Nancy Walls (Asistenta de vuelo) Woody Harrelson (Galaxia /Garry el guardia)
* * *
En casi todas las artes, uno de los méritos que más se admira es el de representar lo que no le es propio. Por ejemplo en la escultura es un mérito dar a la piedra sensación de tela, o al oro el aspecto de la piedra. De muchas sinfonías se elogia que expresan una idea o que representan una imagen. Del Perfume de Süskind he oído muchas veces que te hace sentir el olor de las cosas, emoción que nunca he sentido cuando he leído el libro. Las lecciones de autoayuda no iban a ser tampoco un coto vedado para los libros de la editorial Grijalbo.
El cine se contamina, mucho más que otras artes de todo ese material que no es cine. Por eso a la gente le gusta tanto El señor de los anillos que no es cine, sino ilustración de novela, o se embelesa con la traducción de todos los tebeos de superhéroes que ahora pululan felices por nuestras pantallas. El teatro, la literatura, fueron desde el principio las grandes fuentes del cine pero en su afán protéico es capaz de engullirlo todo, el discurso, la música, el gag. Y en este caso, la literatura de autoayuda. Buscar el cine puro es una tarea inútil, yo creía haberlo encontrado en Matrix, pero la segunda parte me ha hecho abjurar de toda la serie.
Dave Buznik es un diseñador de ropa para gatos apocado. En el trabajo no sabe demostrar lo que vale, y el jefe se adueña de todas sus ideas, y en el amor no se decide a dar el gran paso con su novia, siempre pide perdón y carga con todas las culpas. En un vuelo de avión conoce a Buddy (Jack Nicholson), un psiquiatra que ayuda a sus pacientes a controlar su ira. Un incidente en el avión lleva a Dave a juicio y es obligado a someterse a una terapia con el mismo médico que ha conocido.
El cine de estos años está plagado de alusiones al fatídico 11 de septiembre en una digestión colectiva que estará saciada, al paso que va, en menos que canta un gallo. En este fascículo del proceso aparece el exalcalde Juliani. Después de la tragedia, la televisión norteamericana no dejaba de hablar del sentimiento de ira que atenazaba al hombre de la calle. Varias veces oí en la CNN como los psicólogos expertos respondían a los espectadores que a veces, la rabia es sana.
Lo mejor de la película es, quizá, la lección que Buddy da a su paciente de cual es la ira buena, y cual es la mala. La que Dave siente, dice, es implosiva porque la paga consigo mismo, y esa es mala.
Entre los grandes patinazos, el mayor es sin duda hacernos descubrir que muchas de las tribulaciones del pobre diseñador eran un farol, porque cabe preguntarse si la lección que se desprende de todo es también falsa.
No menos indigesta es la costumbre de creer que el romanticismo es mayor cuando es público y se entera todo Nueva York, o cuando lo airea Jesús Vázquez en todas las cadenas. Las escenas en las que se supone que se te va a poner la carne de gallina porque mucha gente está opinando sobre unas intimidades de las que no tendría porque enterarse, son cada vez más tópicas y previsibles. Y son siempre vulgares.
0 comentarios:
Publicar un comentario