Florián Rey, 1935
Reparto: Imperio Argentina (Gloria), Miguel Ligero, Salvador Soler Marí.
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Las primeras películas habladasReparto: Imperio Argentina (Gloria), Miguel Ligero, Salvador Soler Marí.
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En 1934, Manuel Casanova Llopis crea en Valencia CIFESA, Compañía Industrial Films Española Sociedad Anónima para distribuir las películas de Colombia en España. La empresa produjo un buen número de películas durante la república y cosechó muchos éxitos dentro y fuera del país. A diferencia de su competidora, Filmófono, de Ricardo M. De Urgoiti, cuando acabó la guerra civil, Cifesa pudo seguir con su actividad por su afinidad con el nuevo régimen. La primera película que produjo fue "La hermana San Sulpicio" y el éxito le llevó a repetir la fórmula en "Nobleza baturra" (1935) y "Morena Clara" (1936), con los mismos actores (Imperio Argentina y Miguél ligero de secundario y de cómico) y el mismo director, Florián Rey. "La hermana San Sulpicio" costó cien mil pesetas de la época, de las cuales veintiséis mil fueron para la protagonista, Imperio Argentina (1910)
La acción comienza en un balneario de Marmolejo. El protagonista es un médico de Orense que pone sus ojos en Gloria (Imperio Argentina) una monja hermosa y demasiado alegre y vivaracha para estar en un convento.
El médico sigue a la novicia hasta Sevilla y una vez allí intercede ante su familia para que le dejen elegir si prefiere salir del convento. Más tarde corteja a la muchacha según los cánones de la época, es decir visitándola tras de una reja, y por consejo de ella entra a trabajar para la familia.
El personaje de Miguel Ligero es, como en las otras dos comedias, un contrapunto humorístico de la historia, sin embargo encarna también a un pretendiente rival del médico. Urde una trampa para separar a la pareja y ellos tienen que enfrentarse al intruso y a la cólera de la familia que pretende devolver a la joven al convento.
Florían Rey rueda sin convicción las escenas dramáticas, probablemente esenciales en la novela original de Armando Palacio Valdés, y llega fácilmente al público más popular con el folklore de las canciones de la monja, con su gracia y con las bromas de Miguel Ligero. Ambos actores aportan mucho más que una buena interpretación, porque resuelven las situaciones dramáticas con golpes de humor improvisados que resultan muy oportunos.
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