El gato de Holly Golightly

Un homosexual perdido en la gran ciudad hace migas con una chica ignorante de pueblo que quiere parecer extravagante. Lo último que un lector algo atento podría esperar de una narración como “Desayuno en Tiffany’s” de Truman Capote es la versión rabiosamente kitsch que rodó Blake Edwards. No lo anoto como un baldón, las dos obras son seductoras. El gato no es tan importante en el cuento de Capote; en la película es central. Edwards se dio cuenta del poder que tenía.

—Pobre desgraciado —dijo, haciéndole cosquillas [al gato] en la cabeza—, pobre desgraciado que ni siquiera tiene nombre. Es un poco fastidioso eso de que no tenga nombre. Pero no tengo ningún derecho a ponérselo: tendrá que esperar a ser el gato de alguien. Nos encontramos un día junto al río, pero ninguno de los dos le pertenece al otro. El es independiente, y yo también. No quiero poseer nada hasta que encuentre un lugar en donde yo esté en mi lugar y las cosas estén en el suyo. Todavía no estoy segura de dónde está ese lugar. Pero sé qué aspecto tiene. —Sonrió, y dejó caer el gato al suelo—. Es como Tiffány’s —dijo—.
Truman Capote, Desayuno en Tiffany's.
El gato de Holly me hace pensar en todas las cosas que dejamos a medias porque, si las acabaramos, si las hiciéramos bien, entonces parecería que todo está en su lugar. Y no es así.

5 comentarios:

BUDOKAN dijo...

Hermoso film el que comentas de una novela extraordinaria. Además que bella estaba Audrey en esa cinta. Saludos!

Puertas Abiertas al Bicentenario dijo...

En un blog por la marea revuelta del Internet, //cuesteloquecueste.blogspot.com que retrata y analiza el viejo mundo cinéfilo en su aspecto fuera de Hollywood,-sí: independiente- andan buscando nuevas propuestas! No dejen de pasar a saludar.

travismagee dijo...

Vista dos veces, la primera no me gustó mucho que digamos. Me pareció buena, pero como era un niño, no la entendí. Viéndola muchos años después, comprendí el filme, pareciéndome de exquisita elegancia y finura cinematográfica. Tiene un excelente guión y la sabia realización de Edwards hace llegar la magia al corazón del espectador a través de escenas sutiles y enternecedoras, no exentas algunas de ellas de dureza. Preciosa fotografía y decorados suntuosos. La canción "Moon river", que ganó el Oscar de Hollywood, es preciosa, y el final muy sensible. Bella fotografía.

Ninia Lata dijo...

Increíble.
Me encanta esta película.
Es ideal para una tarde de invierno lluvioso. Con una taza de café con leche. Y una buena manta.
Salut!
Susana

Holly_sin_gato dijo...

Me encanta esta pelicula. La primera vez que la vi me enamore de muchas cosas: de Audrey Hepburn, del cine, de NY....
Curioso que haya decidido tener un blog que tenga por titulo "Holly sin gato"

A partir de ahora tendre en consideracion tu blog!

Adeu!

top