Hijos de los hombres



¿Quién puede utilizar a un niño?


"Children of men"
Alfonso Cuarón, 2006
Reparto: Clive Owen (Theo), Julianne Moore (Julian), Michael Caine (Jasper), Chiwetel Ejiofor (Luke), Charlie Hunnam (Patric), Claire-Hope Ashitey (Kee).
Guión: Alfonso Cuarón, Timothy J. Sexton, David Arata, Mark Fergus y Hank Ostby; basado en la novela "Children of men" de P.D. James.
* * *
Tengo que dar las gracias a todos los compañeros blogeros, y también a los críticos por haber adelantado una de las sorpresas que Cuarón se guardaba en la manga durante la primera media hora: que la chica estaba embarazada. Quizá el error es de Cuarón, si pensó que alguien iba a ir a verla sin saberlo. Menos desvelador es decir que en un futuro cercano, en 2009, han dejado de nacer niños, y que el hombre más joven del planeta, de 18 años, acaba de morir en el 2028.

Theo, el protagonista ha dejado de creer en el género humano. Entra en la historia porque su hermano dirige el ministerio de cultura y puede conseguir un salvoconducto para la chica. Ironías de la película, el burócrata se dedica a salvar obras de arte que dentro de poco nadie podrá admirar ¿Qué sentido tiene el arte sin la raza humana? Más sentido tiene salvar a la muchacha, cosa en la cual se afanan todos los demás, si bien, no por los mismos motivos.

Como casi todo el cine anglosajón, “Hijos de los hombres” parte de una premisa apasionante, una embarazada en un mundo sin hijos es suficiente para hacer andar cualquier película. A Cuarón le sirve para hablar de fronteras, exclusión e inmigrantes ilegales. El Reino Unido se ha convertido en una fortaleza inexpugnable, el último reducto de la civilización, un estado policial donde el mayor delito es no tener papeles. Algo parecido a lo que en realidad es.

La futura madre no tiene papeles. Una ONG quiere usarla para acabar con la segregación. Aprendemos a odiar a todos los que quieren usarla porque sabemos que el bebé no puede ser un medio para nada. Por desgracia para los resultados de la película, tampoco sirve para defender las tesis de los creadores.

Tiene dos planos secuencia inolvidables. El parto está rodado sin un solo corte, de modo que o bien Cuarón filmó a la actriz dando a luz o bien el niño era una creación infográfica. El segundo está rodado en medio de un polvorín. Clive Owen avanza entre bombas y tiros sin que la cámara se separe de él, mientras ocurren miles de cosas y se destruyen edificios y carros. Si se quiere, uno puede divertirse imaginando lo que hubiera ocurrido si después de tanto gasto se equivoca en una línea y hay que rodar el plano de nuevo.

2 comentarios:

Unknown dijo...

¿Las manchas de sangre en el último plano secuencia son intencionadas?
Yo me apresuraría a decir que no, pero no estoy seguro.Creo que ocurrió y debido a la complejidad del plano secuencia (alucinante), no lo repitieron pero consigue:
1-Yo estaba más pendiente de cuando desaparecían las manchas que de la escena en sí.
2-Paradójicamente, me hizo ser consciente de lo largo y bien rodado que estaba el plano secuencia.

Pero me extraña que no hayan quitado las manchas en postproducción. Creo que no debe ser dificil. En fín, no se si el director lo deja ahí conscientemente.

No recuerdo quién dijo aquello de que toda gran película debía tener tres grandes escenas. Pues bien, esta las tiene (y qué escenas!) y además tiene un guión cojonudo.

David Escusa dijo...

Cuarón sabía de primera mano que la gente iría a la sala de cine sabiendo exactamente que había una chica embarazada, esperanza de la raza humana, puesto que en el trailer la chica embarazada ya aparecía.

David
http://cinetrica.blogspot.com

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