Asalto al distrito 13

Jean-François Richet, 2005
Reparto: Ethan Hawke (Jake Roenick), Laurence Fishburne (Marion Bishop), John Leguizamo (Beck), Maria Bello (Alex Sabian), Jeffrey "Ja Rule" Atkins (Smiley), Drea de Matteo (Iris Ferry), Matt Craven (Capra), Brian Dennehy (Jasper O'Shea), Gabriel Byrne (Marcus Duvall), Aisha Hinds (Anna).
Guión: James DeMonaco; basado en la película de John Carpenter "Assault on precinct 13" de 1976.
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Mejor Hawks que Hawke

Hawks rodó con Wayne "Rio Bravo" en 1959 y "El Dorado" en 1966, con el mismo argumento de un cherif que guarda en su prisión a un villano frente a todos sus secuaces y sin ningun apoyo del pueblo. Cuando le dio el guión de "Río Lobo", Wayne le dijo: “Vale, la haré, pero no pienso leer el guión, ya lo he interpretado dos veces.”

Ethan Hawke interpreta al John Wayne íntegro que está siempre del lado de la ley, y da igual si cumplir con la ley supone perder a alguno de sus hombres o a todos. El éxito consiste en no saltarse una señal de tráfico. El prólogo de la película nos explica el origen de su adicción a las pastillas. En uno de sus casos murieron dos hombres siguiendo sus instrucciones, desde entonces no acepta responsabilidades. Hasta hoy.

La comisaría del distrito 13 va a cerrarse para siempre dentro de unas horas, cuando den las 12 del 31 de diciembre. Un furgón de policía se ve obligado a dejar cuatro presos en la comisaría por culpa del temporal. Uno de los presos es Marion Bishop, o sea Morpheo/Fishburne lanzando frases para apuntar en una lista de citas célebres. Marion es peligrosísimo porque es un asesino mafioso y también porque sabe cosas de la policía.

La película hubiera salido mejor parada si se hubieran conformado con restituir al policía caído. En vez de eso, el duelo se convierte en una difícil intriga en la que los criminales pueden ser los aliados y los aliados criminales. Todo llega a dar igual salvo la hora de salida que uno clama por que llegue.
Premiere: Strikingly shot with some wicked hand-held virtuosity, Assault is rivetingly suspenseful in how it toys with the morals of good guys flip-flopping to the dark side (and vice versa); it also understands the importance of paying attention to its characters without forgetting that the hyperviolent thrill's the thing. Plot holes like blocked cell phones are quick-fixed so you can stop thinking them through long enough to cherish a faux-believability, and by the time that seven-way Mexican stand-off blasts through the screen, you'll be having too much fun to realize how faulty some of the twists are, or that this crafty little gem is a tad overlong.

Rotten Tomatoes 58% $20m.

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