El día de mañana

Roland Emmerich, 2004
Reparto: Dennis Quaid (Profesor Jack Hall), Jake Gyllenhaal (Sam Hall), Ian Holm (Terry Rapson), Emmy Rossum (Laura), Sela Ward (Dra. Lucy Hall), Dash Mihok (Jason Evans), Jay O. Sanders (Frank Harris), Austin Nichols (J.D.), Arjay Smith (Brian Parks), Tamlyn Tomita (Janet Tokada).
Guión: Roland Emmerich y Jeffrey Nachmanoff; basado en un argumento de Roland Emmerich.
* * *
Nueva York on the rocks

Cuando Emmerich aborda un proyecto de rodaje lo primero que piensa es: ¿qué ciudad voy a destrozar? y ¿cómo? Luego se responde, voy a hacer que unos marcianos arrasen Los Ángeles y rueda “Independence day”; o bien voy a hacer que un dinosaurio arramble con los edificios de Nueva York y hace “Godzilla”. “El día de mañana” trata de un brusco cambio climático, pero lo que Emmerich quería era enseñarnos Nueva York debajo de 20 metros de hielo, Nueva York on the rocks. Sólo con el poster ya ha vendido la película.

El profesor Jack Hall (Denis Quaid) es un experto en Paleoclimatología que advierte a los expertos de Naciones Unidas de que puede volver a repetirse un cambio climático en el planeta; pero nadie le hace caso y el secretario de estado de los Estados Unidos le responde, además, que el crecimiento del PIB es más importante que el clima y por tanto no firmarán el protocolo de Kioto.

Como era de esperar, el profesor resulta profético pero el cambio climático se produce antes de lo que él esperaba. En tan solo un par de días el hemisferio norte se congela y su hijo que ha ido a Nueva York a una olimpiada cultural queda atrapado en la Biblioteca Central. El padre le dice que no salga y viaja a la ciudad a rescatarlo con el equipo que usa en el Polo Norte.

En el cine de catástrofes hace falta un sabio que conozca el fenómeno y se lo explique al espectador. A Emmerich le gusta darle protagonismo al sabio; el personaje que mejor se le da es el de sabio-héroe. Es el papel de Quaid. Tiene que salvar a su hijo pero también tiene que convencer al presidente de los Estados Unidos de que evacúe el país. Aunque la película es más asombrosa, tiene también menos fuerza que el “Día de la Independencia” porque en aquella, al sabio (Goldblum) nadie quería escucharlo.

Otros punto débil de esta catástrofe climática es que resulta inevitable. Nos vale, como mucho para pedirle cuentas a los EEUU por no haber firmado el tratado de Kioto, pero en el tiempo de la película no se podía haber hecho nada, por tanto el espectador no se inquieta tanto. Y otra debilidad más es que después de mostrarnos una foto del planeta con el hemisferio norte congelado, en el que se puede dar la vuelta al mundo con un trineo, quieren que nos preocupemos sólo por cinco personas que se han quedado atrapadas en una biblioteca de Nueva York.

En cambio el mensaje político ha ganado desde que Emmerich se hizo famoso. Ahora en vez de sus himnos y héroes fascistones nos ofrece una sarcástica visión del mundo al revés, los americanos cruzando el Rio Grande clandestinamente para que los acojan los países del sur.
Criticalia: No nos engañemos: estamos ante un producto comercial que busca, en primerísimo lugar, pulverizar las taquillas. Todo lo demás son consideraciones añadidas, sin duda estimables, pero no fundamentales. Así que seguiremos calentando el planeta, hasta que reviente. Y reventemos...
Mr Cranky (-4): The Day After Tomorrow" is basically weather porn. The acting, story and dialog are but a flimsy pretext to get us to the money shot of a big storm destroying something. However, director Roland Emmerich can't contain himself and delivers a premature climax in the first half of the movie as Los Angeles and New York are torn asunder. Thus spent, the rest of the movie plods its way to a final showdown with a menace best described as "killer frost.

Cinemanía | María Casanova **
Los elementos personales son clásicos: científicos y políticos de mando son hombres. Sólo una mujer por apartado (secundaria y más joven que la media masculina) y la científica cubre tres cuotas, la femenina, la étnica (es oriental) y la semiromántica. Algo se ha avanzado, aquí la mujer del prota no es ama de casa, sino médico. Lo demás, de manual: en las situaciones límite, los sentimientos (familiares y solidarios en general) se revalorizan. Todo queda bien y espectacularmente contado y se ofrece lo que se promete con un plus estético, a cargo de efectos digitales y de un director con gusto, que aportan una rara belleza a Nueva York on the rock. Pero, ¡Qué nostalgia de aquel primer sorprendente e insuperable El planeta de los simios!

Empire online | Colin Kennedy ****
The problem with ID4, and to a greater extent Godzilla, is that when the storm finally passes and the fight-back begins, Emmerich appears to lose interest, as if the German only really came to America to tear down the White House. The second half of those movies, which should theoretically contain all the surprise, issue none.

With The Day After Tomorrow, DAT if you will, Emmerich does not exactly correct this imbalance (the movie clearly climaxes with the New York tidal wave familiar from the trailers), but he does find a genre which provides an even better showcase for destruction and sustains his interest until the bittersweet end: the disaster movie.

Disaster movies have always been an implicitly political genre. They flourish, as they did during the early 1970s, during times of economic uncertainty, and serve to expose hubristic mankind’s misplaced faith in technology [...]

Everybody is good at one thing, they say; for Emmerich, it’s destruction.

Mixed Reviews | Gabriel Shanks
As he did in Independence Day, Emmerich realizes again that even an apocalypse needs a giggle now and then...this is summer escapist fare, 'natch, and constant capricious destruction can eventually become tiring. There's savvy ecologically-minded political humor texturing the screenplay, including some rather hilarious digs at the Bush/Cheney Administration (who, to be fair, deserve it...they did unilaterally destroy the Kyoto Protocol a few years ago, a global treaty aimed at reducing the threat of global warming.) Emmerich doesn't stop at mere satire, however; having thought through the repercussions of a global climate change, he sagely critiques everything from immigration policy to Nietzsche. Some filmgoers might balk at the corny sentimentality of THE DAY AFTER TOMORROW's imperiled characters, but to do so is really missing the point. Yes, the sentiments are corny, but you know what? This isn't Howard's End.

Rotten Tomatoes= 47%. Fresh: 62 Rotten: 70

0 comentarios:

top