Nicolas Philibert, 2002
Reparto: Georges Lopez, Laura, Guillaume, Julien, Jonathan, Nathalie, Olivier, Alizé, Johann, Jessie, Jojo, Marie, Létitia, Axel.
* * *
Monsieur LópezReparto: Georges Lopez, Laura, Guillaume, Julien, Jonathan, Nathalie, Olivier, Alizé, Johann, Jessie, Jojo, Marie, Létitia, Axel.
* * *
El profesor Georges López da clases en un colegio de la región de Auberne a un grupo de trece niños entre cuatro y diez años. La película recoge el trascurso de un año escolar en escenas casi siempre insignificantes que no tienen continuidad ni parecen preparadas. Jojo, uno de los pequeñitos que más encandilará al público, no acaba de pintar sus animalitos para la hora del recreo. En otra escena tiene las manos sucias, dice que le hay una avispa en el pasillo. Entre los mayores, hay dos muchachos que se pegan, y el profesor tiene que mediar entre ellos. Hay una muchacha que tiene que repetir el curso porque va retrasada, no es capaz de comunicarse. Unas tortugas caminan por el aula, dos niños cuchichean para que el profesor no les oiga. La cámara recoge el paso del tiempo, las estaciones del año, la vida agraria de las familias. El profesor que corrige la tarea por la noche, la madre y el tío ayudan al alumno.
De todo el mosaico, la imagen que queda grabada en el espectador cuando sale del cine es la del maestro. Un hombre dulce y comprensivo que se acerca a cada muchacho con atención.
A falta de argumento y de tema, uno tiene que mirar la pantalla embobado, a veces enternecido por el mundo infantil, como si le proyectaran la escena de “¿Qué le falta a don José?” del Espíritu de la Colmena durante una hora y media.
Hay que saludar este modo de rodar como una forma válida de hacer cine, sobre todo porque no es aburrido. Acerca del realismo que alguno estará tentado de ver se pueden discutir un par de cosas: la camara no es neutra, los personajes no son actores profesionales y de algún modo transforman sus problemas, no los viven, los representan. O sea, no existe la cámara invisible. Y segunda: el resumen de un curso escolar de trescientas horas a unos minutos de simpatía es siempre una tergiversación. El creador siempre está ahí.
0 comentarios:
Publicar un comentario