Love actually

Richard Curtis, 2003
Reparto: Alan Rickman (Harry), Bill Nighy (Billy), Colin Firth (Jamie), Emma Thompson (Karen), Hugh Grant (Primer Ministro británico), Laura Linney (Sarah), Liam Neeson (Daniel), Martine McCutcheon (Natalie), Keira Knightley (Juliet), Rowan Atkinson (Rufus), Andrew Lincoln (Mark), Billy Bob Thornton (Presidente de los EEUU).
* * *
Muchas historias de amor

Al cine le ocurre lo que a la ciencia. Que unos investigan y descubren cosas pero se tarda mucho hasta que esas novedades estrambóticas sirven para algo. Los caleidoscopios de Altman me parecían siempre ejercicios inútiles para complicar las cosas, en cambio aquí sirven para emocionar. "Love actually" utiliza muchas historias de amor en vez de una y multiplica a la vez los cleenex, lo mismo que el cine de acción ofrece más autos volando que nunca y las intrigas sorprenden con el triple de enigmas que ofrecía Hitchcock. Al cine le ocurre lo que a los pasteles, que cada día hay menos pan y más crema porque los pasteleros quieren darle al cliente lo que pide.

El resultado de esta especie de cine ametralladora del corazón tendría que medirse en función de la destreza con que el director ha hilvanado unas historias con otras. Pero es mejor no usar ese criterio, porque no están hilvanadas. El director procede por el sencillo procedimiento de la suma.

La película tiene una tesis como "un niño grande" y un final con música y emociones a flor de piel. Un niño grande refutaba la teoría con la que empieza ("Cada hombre es una isla"), esta obra abona su lema. La primera escena es la de un aeropuerto donde todo el mundo se encuentra y se abraza, el narrador nos dice que la fuerza que mueve el mundo es el amor, y que el 11 de septiembre no hubo ninguna llamada de resentimiento, todos los que quedaron atrapados llamaron para despedirse de sus seres queridos.

Las historias, que algunos han contabilizado en ocho pero yo he perdido la cuenta, reunen una variedad de motivos que podrían haber llenado una película cada uno en solitario. Un primer ministro británico se cuela por su secretaria, un joven se enamora de la esposa con la que se acaba de casar su mejor amigo, un muchacho de 10 años se enamora de la guapa de la clase, su padre será su colega, una joven se enamora de su compañero de trabajo, pero pone a su hermano desamparado por encima de su amor; dos extras que doblan actores famosos en escenas picantes tienen cierto pudor para quedar una tarde, etc. etc.

Un personaje dice, igual que Shakespeare, que a buen final no hay mal principio. Y como el final es emocionante con amores aireados y uniones felices, pues todo está bien.

El primer ministro británico se mosquea con el presidente de los EEUU porque le quita la chica, y porque el Reino Unido no es un lacayo. Me hace ilusión ver un cine contestatario e irreal. Es bonito pensar que un jefe de estado pudiera decirle al jefe supremo que en Europa tenemos principios y dignidad. Eso es lo más románticico. Pero en realidad, de lo que se trata es de demostrar que los británicos no son los tíos estirados que pintan en Hollywood y que su primer ministro se pira por la chica del catering y baila canciones cuando está solo.

1 comentarios:

JOSE CB dijo...

Creo que es una película sobrevalorada. a mi parecer, malisima.

Critica a Love actually

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