No puedes comprar mi amor

Steve Rash, 1987.
Reparto: Patrick Dempsey (Ronald Miller) Amanda peterson (Cindy Mancini) Courtney Gains (Kenneth Wourman) Tina Caspary (Barbara) Seth Green (Chuckie Miller) Sharon Farrell (Mrs. Mancini) Darcy DeMoss (Patty)
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Snobs o pijos

Ebert es injusto con esta película cuando dice que es un mal fresco de la sociedad americana, porque esta película no ambiciona llegar a tanto. Desde el primer momento se muestra como una comedia sencillita sobre un problema que sin duda preocupa a muchos jóvenes en America y fuera de allí. Ronald Miller sufre porque pertenece a un grupo de amigos que otros llaman cutre, y porque le gustaría formar parte de otro grupo que son los guays, todos guapos, jugadores de futbol y animadoras. ¿Quién es capaz de decir que no le suena este planteamiento? En todas partes hay gente guay y gente cutre. Los que desprecian y los que son despreciados, los ricos y los que no tienen... Me parece mentira que tan pocas películas aborden un tema tan presente en nuestras vidas. Y sólo por abordarlo le he dado las tres estrellas. La solución que da al problema, es como en casi todo el cine americano, una solución oficial, chica conoce chico, etc.

Ronald, el cortador de césped, tiene una idea que trastorna el mundo pacífico en el que vive donde él es un cutre y otros son chicos guapos. La jefa de las animadoras necesita urgentemente $100 y él se los da a cambio de que la chica finja que sale con él. A partir de ahí se vuelve un tipo admirado, come en el lado de los guapos y las demás animadoras y «guapas» también quieren salir con él.

La moralina de la historia aparece cuando se destapa el tinglado y los chicos bonitos descubren que se han dejado engañar por un timo. Y la reflexión de la película gira en torno a ese timo, pero no llega muy lejos en la denuncia de los clasismos y los pijeríos.
CAN'T BUY ME LOVE Roger Ebert (1'5/5)[CHICAGO SUNTIMES]
"Can't Buy Me Love" makes American teenagers look like stupid and materialistic twits. That would be all right if the movie were aware of itself and knew what it was doing - if it were a satirical comment on our society. But this movie is as naive as the day is long. It doesn't have a thought in its head and probably no notion of the corruption at its core.
The kids in the school are portrayed, almost without exception, as monstrously cruel snobs.

La estética no es aritmética

1.
No paro de leer opiniones sobre cine que proceden por una simple suma: los actores 8, la imagen 9, el director de sonido 7. De media da un ocho y eso es notable así que uno tiene que inclinarse ante un producto que esta por encima de la media. Y no se puede replicar a una lógica tan aplastante. Uno se ha aburrido soberanamente, pero tiene que reconocer que la culpa no es del producto, que era muy bueno.

Este modo de hablar de cine se está volviendo tan dictatorial que aquellos que como yo vamos a pasar un buen rato ya no sabemos de que fiarnos. Y es que los peores directores de muermos generalmente contratan a buenos ingenieros de sonido y a magníficos directores de imagen.

Yo no se si la situación actual me obliga a ceder. Tendré que callarme, aburrirme y decir que he visto buen cine cuando he pasado un rato insoportable simplemente porque me han dado 2 horas de postal bonita con música celestial y actores de renombre.

En fin. Dejaré la ironía. ME NIEGO. Yo voy al cine a divertirme. Y cuando algo es una castaña lo es con imágenes bonitas o sin ellas. Y si la música es muy linda que saquen un disco.

2.
El cine no es inocente. La película dice cosas y el director le pone una moraleja al final. Lo que dice y no dice una película importa. Un buen mensaje bien desarrollado merece aguantar las dos horas que uno pasa (vayan a ver “Spy Game”, si no me creen). Y un mensaje vacío con ínfulas de serio hunde una película (No vayan a ver “Tigre y dragón”)
Tony Scott, 2001.
Reparto: Robert Redford (Nathan Muir) Brad Pitt (Tom Bishop) Catherine McCormack (Elizabeth Hadley) Stephen Dillane (Charles Harker) Larry Bryggman (Troy Folger) Marianne Jean-Baptiste (Gladys Jennip) Matthew Marsh (Dr. Byars) Todd Boyce (Robert Aiken) Michael Paul Chan (Vincent Vy Ngo) Garryck Hagon (Cy Wilson) Andrew Grainger (Andrew Unger)
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Heroes

Tony Scott, el hermano de Ridley, venía de la publicidad. Se estrenó con «El ansia» y saltó a la fama con «Top Gun».

Spy game no me parece una de tantas. Me parece mejor que la media. Igual que Forrest Gump (como dice Sue Lyon) me quiere explicar la historia de USA, esta vez de su política internacional a traves de las aventuras de un espía de la CIA. Recorre tres actuaciones del agente, Vietnam en 1975, en el Muro de Berlin y en Libano. Cada episodio es como una película, emocionante y con final de infarto. El último episodio, un salvamento fallido en una carcel china, es el primero que aparece ante el espectador, ocurre en 1991 y nos lleva a los despachos de la CIA en Hong Kong. Allí está un Robert Redford muy añoso en su último día de trabajo antes de la jubilación. Desde su despacho puede usar un as ingenioso que tiene en la manga.

Esta película me gusta por dos razones. Primero porque me cuenta la historia de los EEUU sin el tufo patriotero de "Forrest Gump". Prefiero ver al héroe salir pitando en el último segundo. Segundo por que me gusta ver a Robert Redford haciendo lo que hace por su amigo. Es un película de héroes donde no quieren salvar a la humanidad sino a la persona que quieren, y si para conseguirlo tienen que provocar un conflicto internacional pues que se jodan los estados. Y también me gusta porque la historia de los ochenta está bien contada (faltó un episodioen Iran), un poco infartante cada retrato, pero bien contada. Si van a seguir haciendo cine como este yo me compro la tarifa plana de los 20 euros.

"Spy Game" en CINEMANIACOS SPY GAME no tiene intención alguna de servir como vehículo iniciador acerca de las interioridades de la Agencia. Es una historia humana que versa sobre las cosas con las que la gente se ve obligada a vivir para el resto de sus días.

Spy Game Enrique Colmena (1/5) Criticalia En el cine, como en la literatura, el género de espías está de capa caída: su temática y su estética estaban tan influidas por la Guerra Fría que parece como si los creadores que se dedicaban al género se hubieran quedado sin asuntos que tratar tras la caída del Muro.

La gata sobre el tejado de zinc

Richard Brooks, 1958.
Reparto: Elizabeth Taylor (Maggie), Paul Newman (Brick Pollitt), Burl Ives (Big Daddy), Judith Anderson (Big Mama) Jack Carson (Gooper) Madeleine Sherwood (Mae) Larry Gates (Dr. Baugh) Vaughn Taylor (Deacon Davis).
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La adulación

En cada dialogo de la película hay dos roles definidos con claridad meridiana. Hay un personaje que suplica, y otro que se hace de rogar. Si uno sigue la cadena puede trazar de un modo sencillo una línea desde el más mezquino, Mae, hasta llegar al mas alto de la pirámide, Brick. Entre Brick y Maggie, su esposaa hay un tira y afloja, ella quiere conseguir su amor, él sólo convive con ella. Su padre quiere que Brick se haga cargo de su vida, él quiere que le deje en paz. La madre, Big Mama, ama al viejo cascarrabias, pero él la trata a patadas. El hijo y la nuera quieren que ella firme los documentos de la herencia, ella los trata con desprecio a ellos. Los niños hacen la pelota al viejo, el no les hace ni caso.

El tema de la obra es la mendacidad. La mentira. Pero no es planteado en términos muy claros, porque Grand Papa esta desahuciado, y mentirle en su caso es distinto, incluso Brick lo hace al principio. La obra se divide en los que mienten y en los que dicen la verdad. Una de las buenas, Maggie, miente, pero otras cosas la redimen, también miente la abuela. Los insobornables son Brick (Paul Newman), y el abuelo, interpretado por Burl Ives. Ese carácter les brinda una autoridad sobre los otros. El abuelo es el hombre que se ha hecho a si mismo, pero está solo. Brick es el hijo que no quiere la herencia, el hijo que no entra en el juego de la adulación para conseguir la finca, y también es el que la merece. Su arrogancia es parecida a la de Cordelia en «El Rey Lear», el no se inclina para demostrar amor (Se niega a firmar la tarjeta del regalo del viejo que en realidad ha comprado Maggie). Pero a diferencia de la gran obra de Shakespeare, el patriarca no se deja engañar por las apariencias, y sabe que el hijo díscolo es el auténtico, cosa que también sabe el hermano. Por tanto el tema no es la «mendacidad» como como llaman a la mentira, sinó la adulación.

El fin de la obra es realmente catártico, porque pone fin a dos conflictos. Pero, sea por la censura, sea por la poca elaboración, ninguno de esos dos conflictos tenía carta de naturaleza. El asunto que separa a los protagonistas, Maggie y Brick parece haber sido un tercero, amigo íntimo de Brick que se quitó la vida. Cuesta creer que un problema así necesitara tanto tiempo para esclarecerse, cuesta creer que pesara tanto en un matrimonio.

Mas interesante es lo que separa al viejo de su hijo. Este hombre gruñón cree que lo ha hecho todo por su familia porque les ha dado cosas. Brick quiere que comprenda que no era algo material lo que él ha esperado toda su vida.
LA GATA SOBRE EL TEJADO DE ZINC. ELCRITICON
Un matrimonio en crisis se traslada a la gran mansión familiar en donde se celebrará el 65 cumpleaños del padre del esposo, un desabrido self-man que a causa de una grave y dolorosa enfermedad se encuentra al borde de la muerte, una muerte que intentará ser aprovechada ambiciosamente por otro de sus hijos, un gris abogado y sus cargantes mujer e hijos. La fingida apariencia, la afabilidad hipócrita, el cariño, el amor, las relaciones paterno-filiales o el paso del tiempo son algunos de los temas que acometen Brooks y Williams
Cat on a hot tin roof: Winter 1997 Cat on a Hot Tin Roof is about lies and false-fronts -- the only people in this movie who aren't full of them are Newman and Ives, and those two come off as the most unpleasant individuals during the movie. But genuine yet unpleasant people are better than fake but nice people. That's why I prefer David Brinkley to Katie Couric anyday.
Mohsen Makhmalbaf, 2001.
Reparto: Niloufar Pazira (Nafas), Hassan Tantai (Tabib Sahid), Sadou Teymouri (Khak).
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Road movie

Hay elementos en Kandahar que entran más dentro de la columna dominical o del documental ansioso de un premio. Es muy obvio el efectismo de hablar de las niñas que no pueden estudiar, de los alumnos expulsados porque no repiten el Corán con fidelidad, o de las minas antipersona que siegan las piernas y las vidas de miles de afganos. En busca del exotismo, o quizá incapaz de evitarlo, la película nos muestra la labor de los médicos que no pueden hablar con los pacientes si estos son una mujer, y del peligro que es para una mujer, simplemente recorrer un trecho para poder ver a su hermana.

Kandahar narra una historia realmente sencilla. Una afgana que reside en Canada necesita ver a su hermana antes del eclipse de sol, porque esta le ha escrito prometiendo suicidarse en dicha fecha. Llegar a la frontera de este páis esta lleno de dificultades, y cuando lo consigue, que es el inicio de la película, aún tiene delante muchas tribulaciones. En el primer tramo de su viaje se une a una familia haciéndose pasar por una concubina, conocemos el papel subordinado de la mujer, la importancia del burka y la impunidad de los criminales en esta sociedad. Varada a mitad del camino la mujer es guiada por un niño extraño, que ha sufrido el rigor de la enseñanza. Luego por un médico, que nos permite conocer la labor de estos hombres, también la importancia de llevar barba. El médico la conduce hasta un campamento de la cruz roja donde las enfermeras tienen que distribuír las prótesis ortopédicas con cuentagotas, donde los afganos regatean con sus muñones para conseguir una pierna a medida.

Cada episodio del viaje tienen un personaje característico, un mensaje, a veces curioso, siempre tremebundo. La intención es brindarnos un fresco de una sociedad absolutamente lejana a la nuestra. Una sociedad donde conseguir una pierna de palo es una meta. El resultado es alcanzado desde el primer plano.
LA BUTACA - Kandahar (Safar é Ghandehar) Rubén Corral
¿Qué será de "Kandahar" gracias a la reacción estadounidense a los atentados del once de septiembre? Recibirá -porque lo está recibiendo- a un público informado, aunque sea mal informado, no necesariamente habituado con las maneras del cine iraní, su acogida crítica será todavía mejor, su impacto en taquilla también será más fructuoso para su distribuidor español.
Su cierre sólo lo es formalmente, pues quedan más cabos sueltos que al final de un capítulo de "Al salir de clase". ¿Todo en beneficio del mensaje?
"valiente función espectacularizar (porque el cine de aquel país tiende a hacerlo) una tragedia". Aquella película [Tres reyes] imperialista yanqui tiene los mismos propósitos que "Kandahar". No hay más que ver cómo el film acaba convirtiéndose en bellas composiciones con los distintos colores de los burkas de las protagonistas.
Guia del ocio España | Kandahar @@@@@ Fernando Méndez-Leite
'Kandahar' explica la imposibilidad de estas acciones individuales y es una llamada de atención, escrita y filmada con singular sensibilidad, a la conciencia universal. Un grito callado que reclama ayuda, hayan caído o no aquellos aviones sobre las torres gemelas.

Sin noticias de Dios

Agustín Díaz Yanes, 2001.
Reparto: Penélope Cruz (Angel Malo) Victoria Abril (Angel bueno) Demián Bichir (Boxeador) Gael García Bernal (Subdirector del Infierno) Bruno Bichir (Guardia) Fanny Ardant (Subdirectora del Cielo) Juan Echanove (Director del centro comercial) Emilio Gutierrez Caba (Gangster) Cristina Marcos; Elsa Pataky; Luis Tosar.
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Crítica social y teología

«Sin Noticias de Dios» sale bien parada de su primera prueba, no resulta ridícula en su mezcla de los planos divino y mundano. La alegoría de los ángeles resolviendo los asumntos de un boxeador al que una quiere salvar y la otra perder, no sólo resulta creíble, sino que relega a un segundo plano al boxeador y a los personajes reales. Llanes ha aprendido del cine americano lo importante que es comprometer al espectador en el afán del protagonista, y ese detalle salva la película.

Dice Graham Greene en una de sus novelas que el cristiano no debe creer mucho en la otra vida porque no dice que en ella sucedan cosas, sólo se pagan y premian lo que sucede en esta, que es la que de verdad se cree. Por desgracia no tengo la cita. Pero esta película lo desmiente. En esta fantasía sobre el cielo y el infierno, los ángeles no son comparsas sino que el boxeador, es una mera excusa argumental para el duelo entre esos personajes celestiales.

Lo más endeble de la trama es que el alma de un simple boxeador pueda ser tan importante. Lo más interesante es la traducción que hace del cielo y el infierno. El cielo es un cabaret, y el angel bueno, Victoria Abril, canta como una diva de los años cuarenta. El infierno tiene una jerarquía de departamentos, jefes, directores que lo hacen parecido a una multinacional. Entre otras bromas de esta representación, Penélope Cruz tiene que servir comida y aguantar los pellizcos de los condenados. El mundo moral de la tierra también tiene un trasfondo social porque se desarrolla entre las zancadillas de los empleados de un supermercado y los líos del boxeador con los prestamistas a los que les debe dinero. Es un peligro convertir su obra en un mero panfleto sobre ideas tales como la globalización o el canibalismo empresarial, pero Díaz Llanes no se pierde porque se centra en sus seres de carne y hueso, en sus afanes por salir adelante.

La alegoría del infierno me parece lo más estimulante de este producto, aunque no llega a las cotas de Woody Allen que encierra en una de las calderas al inventor de los muebles de metacrilato.

Sin noticias de Dios Mendez-Leite [GUÍA DEL OCIO]
He vuelto a ver "Sin noticias de Dios" y, como me ha gustado más aun que la primera vez, me van a permitir que "donde dije digo, digo diego", es decir, que le ponga cinco estrellas en lugar de cuatro. Y si le aplico esta máxima calificación es porque la segunda película de Díaz Yanes está llena de ideas luminosas, poblada por personajes perfectamente diseñados y salpicada de diálogos de acerado sentido del humor.
Le he pedido permiso a la directora para seguir escribiendo sobre esta película las tres próximas semanas, pero me ha dicho que no porque estrenan "Harry Potter" y "El Señor de los Anillos".

El Señor de los Anillos 1: La Hermandad del Anillo

Peter Jackson, 2001.
Interpretación: Elijah Wood (Frodo), Ian Mckellen (Gandalf), Liv Tyler (Arwen), Viggo Mortensen (Aragorn), Sean Astin (Sam), Cate Blanchett (Galadriel), John Rhys-Davies (Gimli), Billy Boyd (Pippin), Dominic Monaghan (Merry), Orlando Bloom (Legolas), Hugo Weaving (Elrond), Sean Bean (Boromir), Ian Holm (Bilbo), Andy Serkis (Sméagol).
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Sólo para forofos del libro

Yo no me quejo excesivamente cuando me aburro en una película. Incluso lo llevo bien cuando me dan tres horas de música new age y elfos y enanos diciendo cosas solemnes porque se creen que estan hablando de algo importante y a mi lo único que me parece importante es saber cuanto les queda para acabar. Esta es una película aburrida y pretenciosa como tantas otras, eso no es especialmente grave.

Lo que me parece más grave es que me la hayan anunciado con tanto bombo, que la crítica sea, hasta ahora, unánime elogiandola, o que para hacer una cosa tan aburrida dediquen tanto esmero y despilfarro.

No entiendo las tres horas. He leído a muchos comentarirstas decir que hacían falta para reproducir el relato, pero en realidad se malgastan en planos lentísimos de la expresión de Frodo, de la música de Enya, de paisajes sin fin. Si un buen narrador hubiera cogido esta historia la hubiera condensado, y hubiera recurrido a la complicidad del espectador. Jackson ha hecho un documental en el que, a falta de una voz en off que nos explique es es eso de la Tierra Media, los personajes se dedican todo el rato a hacer de cicerones para que entendamos las miles de historias que se cruzan unas con otras. Cualquier buen director sabe lo peligroso que es tratar a un espectador como un imbécil al que hay que explicarle las cosas.

La historia no tiene gracia. Jackson se la tomó como una tarea. Igual que uno se pone con las matemáticas o el alemán él se sacrificó con el largo relato, y no ha sabido esconder en su caligrafía el esfuerzo y la pesadez que para él supuso. Para Tolkien, era mucho más agradable ir inventándose sus personajes, y eso se nota en el relato, para Jackson ha consistido en la penosa trascripción que no molestara a los innumerables lectores, ni a los manirrotos productores.

Se trata, desde la primera escena, de emocionar al espectador con peligros y de premiarle con la conclusión feliz de cada hazaña. Pero uno como espectador tiene que hacer mucho esfuerzo para dejarse llevar por este ritmo o para enganchar con unos personajes tan poco humanos. La incensante entrada de desconocidos en el relato, que ya eran conocidos para otros, pero no para nosotros, son otro obstáculo para conectar con ellos. Uno siente que en cualquier momento puede ocurrir cualquier cosa, simplemente porque a los creadores les daba la gana. Los momentos de mayor peligro son exagerados por una música estentórea que gracias al dolby lo sacan a uno del asiento, y a veces de sus casillas, pero que hablan poco de virtudes cinematográficas. Cualquiera sabe subirle el sonido a una película. El mundo del mal es feo y sus sonidos son chirriantes. Un buen director no hubiera recurrido a recursos tan fáciles, como hacer que los caballos de los malos fueran doblados por los pajarracos de Parque Jurásico III.

Los niños son los mejores jueces de estos resultados porque no dejan que su juicio se empañe con voces externas. El niño que se sentaba junto a mi se pasó la película suplicando a su madre que acabara y que le dejara salir antes. Yo, en mi fuero interno, le hacía la misma súplica al director.
El señor de los Anillos Roger Ebert
"Fellowship" is a film that comes after "Gladiator" and "Matrix," and it instinctively ramps up to the genre of the overwrought special-effects action picture. That it transcends this genre--that it is a well-crafted and sometimes stirring adventure--is to its credit. But a true visualization of Tolkien's Middle-earth it is not.
Settling down with my book, the one-volume, 1969 India paper edition, I read or skimmed for an hour or so. It was as I remembered it. The trilogy is mostly about leaving places, going places, being places, and going on to other places, all amid fearful portents and speculations.
"The Lord of the Rings" is not about a narrative arc or the growth of the characters, but about a long series of episodes in which the essential nature of the characters is demonstrated again and again (and again). The ring, which provides the purpose for the journey, serves Tolkien as the ideal MacGuffin, motivating an epic quest while mostly staying right there on a chain around Frodo Baggins' neck.
That "Fellowship of the Ring" doesn't match my imaginary vision of Middle-earth is my problem, not yours.
CINEMANIACOS "El señor de los anillos" El Señor de los Anillos NO es la historia de una guerra en un mundo fantástico. Eso es sólo el decorado, el telón de fondo; la verdadera historia que se cuenta en El Señor de los Anillos es el viaje interior de sus personajes. "Has crecido, mediano" dirá Saruman al resultar vencido en la comarca, y esa es la clave principal del libro; el proceso de maduración, que es especialmente evidente en los hobbits y en Aragorn.
WWW.CRITICAS DE CINE.COM :EL SEÑOR DE LOS ANILLOS: "EL VUELO DE LA MARIPOSA" (5/10) Tan difícil como encontrar erotismo en una película porno es descubrir en esta historia un trazo de lo fantástico: tan inmersa está en ese mundo que el espectador no es capaz de encontrar un contraste en el que poder apoyar el pie en búsqueda de esa supuesta magia.
El señor de los anillos ***** Enrique Colmena [CRITICALIA] Todo en este primer segmento del que se adivina ya legendaria saga cinematográfica es grandioso: no sólo los espléndidos decorados naturales, rodados en Nueva Zelanda, o los artificiales, con frecuencia imaginados en el disco duro de un ordenador, o las extraordinarias caracterizaciones de medianos, elfos, enanos, orcos y demás fauna tolkieniana. Es, sobre todo, el magnífico ritmo narrativo que prácticamente no da respiro
Lord of the Rings | 12/21/01: Dorkopolis Foro de Mr. Cranky.
Does the prospect of watching elves, warriors and wizards talk and talk and talk, interrupted by seven or eight nearly identical battle/peril sequences appeal to you? If you liked Willow, Legend, Dune, Spawn, Gladiator it's pretty much the same thing. If you liked Star Wars (which singlehandedly ruined movies) you'll like this garbagy sermon. George Lucas stole most of Star Wars from this. This movie has the same things wrong with it that all costly blockbusters do. They're too expensive to risk being original so you get a lot of scenes that barely mask their origins in previous blockbusters. You get thrill-ride special effects sequences (that aren't very thrilling) in place of any really engaging ideas. Faux-profundity drips from the script like gravy. A script like this is for people who resent having to find meaning themselves and just want to be told what a movie means. Then they can declare it "art" because of it's pseudo-poetic pretensions (Spawn, Final Fantasy) and it's hack Karl Orff ripoff score. I doubt you'll remember a single line from it after you leave. It lacks subtlety, a unifying idea, a volume- knob, anything entertaining or challenging etc. This is a tedious by-the-books filmed book. An overwrought score attempts to make you feel emotions that the script has neglected. You'd have to be under five to miss any of the supposed "allegorical" meaning here. A huge percentage of webkid/Tolkein fans saw it the first two days and have front-loaded positive reviews acros the web. Hopefully the second wave of opinions will push the title off of top ten lists where it does not deserve to be. This is not the worst movie ever made but it is utterly mediocre with lazy scripting & visualization; a catalog of the ever-lowering standards that became accepatable in movies over the last decade of the twentieth century. There is little that's unique or memorable in this movie. The chases in this movie look exactly like what chases have looked like in films for seventy years.
There are plenty of early warning signs that it's a lemon: Narration that obfuscates and embroiders before you even get your bearings (remember Dune?). It tells you things instead of showing them to you. Leaden lines of expository dialogue. Every fifteen minutes someone spouts "We're nearing the (blank) of (blank) i.e, the Pit of Shimmwatz, the Caves of Killjoy, the Chasm of Infinite Boredom, etc... The names are unimportant and muffled but the pattern is unintentionally comical. It's just an arbitrary sequence of events that occur along the path to a goal, which is never even reached ( ! ). It has no dramatic arc.
Whether this journey went on for 90 minutes or 3 hours makes no difference to fans because the generation that thinks Star Wars is a good movie doesn't realize that SW chucked pacing, character development or even coherent storytelling. Hopefully digital epics will wear out their welcome much the same way the pre-digital epics from the fifties and sixties did. It's not good that actors are capable of reading a script like this and thinking it's good, but it's worse that a pre-hyped audience is waiting to call it a masterpiece. This movie is junk. It's really depressing that people could mistake this for even an adequate movie.
Tolkein fans are gushing over it because they bring feelings (established while reading the book) with them and project them onto the movie. But you get the sense that these people would think a film about three people sitting around talking about hobbits would be a masterpiece too. If you're interested in a movie and have no standards anything can be called a masterpiece. But, whether a director has suitably embalmed a book is not decent criteria for declaring a film a masterpiece. The geeks who are saying so have no higher goal for a movie than that it be made from a book they love. The kewl visuals resembling the understimulating CD-ROM game Myst are a plus for them. The fans are spastic to get online to tell you that it's a masterpiece AND that it doesn't match the way they visualized it. Hey guess what, that's not a films job!
The final scene of the movie in which two hobbits confirm that they are great friends as they move off to address the threat the movie has been plodding towards for 3 hours, is absurd. This isn't the genre where the friendship of 2 hobbits means anything conclusive; Getting to THE POINT would have been swell.
Bring a cast iron butt and an alarm clock with you. Watching it is a feat of endurance. Girls named Jennfier who secretly wish it was spelled Jennifyr will like it too.
Mr. Cranky Rates the Movies : Lord of the Rings
Hobbits - This is the race of people from which Danny DeVito and Michael J. Fox are descended. They are short and very stupid.
One of Jackson's bigger mistakes is giving well-known actors cameo roles that distract the audience from the main story.
It's bad enough that this movie is long and dull, but the thought that I'm going to have to sit through another six hours of this crap just makes it that much worse.

Harry Potter y la Piedra filosofal

Christopher Columbus, 2001.
Reparto: Daniel Radcliffe (Harry Potter), Rupert Grint (Ronald 'Ron' Weasley), Emma Watson (Granger), John Cleese (Sir Nicholas de Mimsy-Porpington), Robbie Coltrane (Rubeus Hagrid), Warwick Davis (profesor Flitwick), Richard Griffiths (tío Vernon Dursley), Richard Harris (Albus Dumbledore), Ian Hart (profesor Quirell), John Hurt (Sr. Ollivander), Alan Rickman (profesor Severus Snape), Fiona Shaw (Petunia Dursley), Maggie Smith (Minerva McGonagall), Julie Walters (Sra. Molly Weasley).
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El mago mimado

La verdadera fuerza que mueve cada elemento de una película es la simpatía. Un personaje gana una fortuna y eso nos alegra porque sentimos que, aunque no es lógico o probable, se lo merece. Uno no va al cine a ver lo habitual, o lo probable de una situación, uno paga para ver lo justo. El maestro de esta idea se llama Frank Capra. Capra enseña la baraja porque abusa de lo ilógico para mostrarnos lo que sabemos que debería ser. En ese plano de fuerzas que estoy tratando de definir, Harry Potter no funciona. Digamos que es inflacionario. En cada episodio del relato (da igual entender película o libro) Harry es víctima de una injusticia, o de un peligro, al final del episodio se hace acreedor de un gran premio. El problema es: sus vejaciones son pequeñas, sus premios son excesivos. Harry Potter es un niño mimado por sus creadores, y me refiero tanto a Rowling como a Chris Colombus. No sé como funcionará el mecanismo de justicia en otros espectadores, pero puedo asegurar que según el mío, podían haber maltratado mucho más al crío, y desde luego, deberían haberlo abrumado menos de regalos.

Al principio de la historia, Potter vive entre muggles (humanos sin magia) que lo tratan mal y lo hacen dormir en el hueco de la escalera. Luego descubrimos que este niño es muy importante en otro mundo, el de los magos, ni él ni nosotros lo sabíamos antes.

A los doce años es invitado a un colegio de magos donde seguirá su instrucción. Un niño, llamado Malfoy es su rival, los ingleses llaman a estos Malfoys snobs, aquí deberíamos decir pijo. El colegio guarda un misterio que Potter quiere descubrir saltándose algunas reglas. El gigante Hagrid, tontorrón y amigo de Potter, es el culpable de que el secreto deje de serlo.

El mayor mérito de J. K. Rowling ha sido el de coger para su historia elementos fantásticos que no ha inventado ella, como los trolls o las escobas mágicas, y que por se tan conocidos forman una especie de realidad. El mayor defecto de Chris Colombus («Solo en casa») ha sido someterse demasiado al libro y no tranformar el ritmo en cinematográfico.
Roger Ebert Although computers can make anything look realistic, too much realism would be the wrong choice for "Harry Potter," which is a story in which everything, including the sets and locations, should look a little made up. The school, rising on ominous Gothic battlements from a moonlit lake, looks about as real as Xanadu in "Citizen Kane," and its corridors, cellars and great hall, although in some cases making use of real buildings, continue the feeling of an atmospheric book illustration.
If Quidditch is a virtuoso sequence, there are other set pieces of almost equal wizardry. A chess game with life-size, deadly pieces. A room filled with flying keys. The pit of tendrils, already mentioned, and a dark forest where a loathsome creature threatens Harry but is scared away by a centaur. And the dark shadows of Hogwarts library, cellars, hidden passages and dungeons, where an invisibility cloak can keep you out of sight but not out of trouble.
During "Harry Potter and the Sorcerer's Stone," I was pretty sure I was watching a classic, one that will be around for a long time, and make many generations of fans.
David Ansen [NEWSWEEK] The movie gets most of the book’s events in, but loses much of the lightness and charm of Rowling’s vision.
The biggest offender is John Williams’s bombastic score, which smothers the action with inappropriate grandiosity. It’s selling the movie, not supporting it.
The proper ingredients are all in place. What’s needed is a wizard who can make it all levitate.
Bob Graham Blame it on the English and their damned green grass. Even if they may be more in awe than others of the boarding-school traditions from which "Harry Potter" takes off, the magic works where it counts: the creation of a whole 'nother world.
If such special effects and others, including transfiguration and telekinesis, have not yet become completely taken for granted and lost their power to amaze, that day is getting closer. Fortunately, "Harry Potter" has something else to fall back on.
John Williams has provided a lighter-textured score than usual, but that doesn't keep him from seeming afraid that the audience might miss something if he didn't blast out every dramatic moment.
Lisa Schwarzbaum Even smaller roles are filled by some of Britain's grandest thespians -- Fiona Shaw as Aunt Petunia Dursley, Richard Griffiths as Uncle Vernon, Zoë Wanamaker in an electrocuted hairdo as broomstick coach Madame Hooch -- and each throws himself or herself into the task with the passion of Olivier taking on ''Henry V.''
Columbus' intrinsically American-style polished fidelity mixes with Rowling's intrinsically English-style eccentric storytelling well enough to create an accessible movie built to satisfy readers, welcome novices, and support sequels.
Desson Howe [WASHINGTON POST] "Potter"-the-movie is about Harry discovering his powers, making friends with classmates Ron Weasley (Rupert Grint) and Hermione Granger (Emma Watson), and learning about the good and dark forces around him at Hogwarts.
And, in the title role, Radcliffe is an utter, unpretentious, non-obnoxious charm. Let's hope he can complete his round of Harry roles before his voice breaks.
Mr Cranky What makes the Harry Potter books work -- especially "Sorcerer's Stone" -- is that Harry Potter is an ordinary kid. In fact, he's about the least likely kid in the world to be a wizard. This allows Rowling's young readers to identify with Harry. It allows them to think, "If this could happen to somebody like Harry Potter, it could happen to somebody like me." It is the single most important feeling evoked by the book. Forget wonder, forget imagination -- if kids cannot identify with Harry Potter, they cannot enjoy the book.
So what does director Christopher Columbus remove from the movie? He removes the audience's ability to identify with Harry Potter. While he's at it, he also removes the crucial sense of fear and tension Harry experiences at Hogwarts -- in the book, he is constantly afraid of being expelled. That's all missing. It's all missing because people like Christopher Columbus don't have the slightest idea what compels people to love something. All they understand is how to sell something. They understand marketing and survey forms. They think that the key to getting audiences to connect with the kids on the flying brooms is to spend enough money to make the flying brooms as realistic as possible.

El bazar de las sorpresas

Ernst Lubitsch, 2001.
Interpretación: James Stewart (Alfred Kralik) Margaret Sullavan (Klara Novak) Frank Morgan (Hugo Matuschek) Joseph Schildkraut (Ferencz Vadas) Sara Haden (Flora Katcuck) Felix Bressart (Pirovitch) William Tracy (Pepi Katona) Inez Courney (Ilona Novodny).
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Soberbio Ernst Lubitsch

Lubitsch narra dos historias. La primera es social, y trata de las camarillas y relaciones laborales que se establecen en una empresa. James Stewart interpreta al gerente que hace las cosas bien y es apreciado, pero también es víctima de los rumores. Llama la atención la indefensión, aceptada por ellos, de los trabajadores, hablan de una sociedad muy por detrás de la nuestra. La ausencia de crítica hacia la injusticia que comete el dueño sobre su gerente, se disculpa con una fé en la bondad de las personas. El mérito de este hilo del relato es trazar con tal nitidez quien es bueno, y quien es un mezquino, y un pelota.

La segunda línea argumental habla del amor por correspondencia, de la fantasía y su peso en el amor. Lo ilustra con dos seres que se quieren en sus cartas sin conocerse, y se odian cuando están frente a frente sin saber quien es quien.

Me interesa más la primera. Lubitsch deja claro que las personas que se quieren y que hacen las cosas bien no necesitan dorar la píldora a nadie.
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