La boda de mi mejor amiga

Fallos
Hay en las comedias de Apatow un toque de ordinariez que pretende oler a fresco, y un desarrollo dramático que parece que es casi infalible. Una u otra cosa está tocando la melodía justa en los oídos de los críticos, que a este y al otro lado del Atlántico están cayendo rendidos a los pies de este vendedor de chistes manidos. No digo que no se lo merezca, ni que sí. En realidad eso ya lo he dicho en todas las otras comedias firmadas por él que he comentado. Simplemente me sorprende que ese sabor de salchicha o esa fórmula de hamburguesa se venda mejor que otra; y que se venda entre los supuestos gourmets.

El desarrollo dramático infalible del que hablaba consiste en dejar que el protagonista que cada vez nos cae mejor se hunda cada vez más en el lodo. Si al principio le va mal en un par de cosillas, a mitad de la película ya ha perdido las amistades y el coche, y al final no le queda ni la familia para sostenerse en pie. Esto es una trama típica de Apatow. No es la de esta película porque si lo fuera, esto se llamaría Spoiler y la mayoría de los lectores los odian. La mayoría de los lectores no leen críticas para contrastar opiniones al salir del cine, como a mi me gustaría, sino  para saber que película elegir de la cartelera. O sea, que te utilizan de cobaya y así se ahorran los ocho euros de la entrada. De hecho, la mayoría de los lectores de críticas no pasan del primer párrafo y van derechos a contar las estrellas que concede el crítico desde su altísimo altar (De altares hablaré en otra ocasión).

Me imagino ejércitos de guionistas entrenados diseñando los giros de estas comedias, vigilando las caidas en el abismo de los protagonistas y todo eso. Sin embargo, lo que me llamó la atención de esta película fue un fallo del guionista. Y dado que voy a hablar de un detalle de la trama no me queda más remedio que lanzar un aviso para los aprovechados que me usan que cobaya y me leen con la única intención de ahorrarse los ocho euros de una entrada. Señores, ahora viene un SPOILER. El fallo consiste en que la chica, que busca una pareja estable, un buen trabajo y todo lo demás, cuando por fin consigue lo que más desea, se echa atrás y rompe. El detalle es como una astilla, como un desconchón en la pared. Es un lamparón de guión. Y por eso me gusta tanto (me gusta el desconchón y el atrevimiento de rodar una película que trata sobre la envidia de la protagonista). Si nos gusta ser felices ¿por qué nos da tanto miedo? Estoy seguro de que casi todo el mundo ha huído alguna vez de ser demasiado feliz. De hecho, es algo tan normal que probablemente por eso se le pasó por alto al ejército de guionistas de Jude Apatow. Porque ellos también estan acostumbrados a vivirlo. Y es una suerte que no la quitaran, porque si la quitan, la película entera hubiera sido una salchicha, o una hamburguesa, del gusto, ya lo sé, de nuestros, oh amados gourmets, pero una sachicha, o una hamburguesa, al fin y al cabo.
top