Casino Royale



Un Bond duro


"Casino Royale"
Martin Campbell, 2006
Daniel Craig (James Bond), Eva Green (Vesper Lynd), Mads Mikkelsen (Le chiffre), Judi Dench (M), Jeffrey Wright (Felix Leiter), Giancarlo Giannini (Mathis)
* * * *
Casino Royale comienza con una declaración de intenciones. 007 descubre al traidor de la organización y mientras el villano lo sermonea sobre lo difícil que es matar a un hombre, 007 le vuela la cabeza. Bond no es, en esta entrega, el hombre intachable que sólo devuelve los golpes sin ensuciarse el esmoquin. En esta entrega, parece que compite con Ethan Hunt, y casi le gana en duro. Este es el Bond que nunca le hubieran encargado a Roger Moore.

Se llama “Casino Royale” porque Bond se juega una fortuna con un criminal que maneja el dinero de los terroristas, Le Chiffre, en un casino de Montenegro. Le Chiffre es un malo mucho más real que los anteriores de la serie. No construye inmensas fortalezas inútiles para que Bond se las haga pedazos. Hace algo mucho más fácil de entender y de creer, a la vez que guarda el dinero de criminales se lo juega en la bolsa y los naipes. Si pierde la partida sabe que lo harán picadillo.

Bond persigue a un pequeño delincuente en Madagascar en una colección de acrobacias antológica y tira del hilo hasta descubrir una conspiración en un aeropuerto, también antológica. Así llega a Le Chiffre.

Cuando las persecuciones de Bond habían caído en la rutina, uno ya sabe antes de entrar que va a perder su Aston Martín en un barranco, los encargados de esta entrega han decidido que aún podían sorprendernos. Bond se juega la piel mucho más y resulta menos previsible. Incluso la historia de amor tienen unas gotitas de verdad que uno no se espera de este dandy inmaculado, dipsómano amante de los martinis. La escena de la chica debajo de la ducha por el peso de su conciencia la hubiera firmado Truffaut.

Hay una regla de guión que dice que el segundo acto no puede acabar bien. Si acaba bien, es que va a pasar algo terrible. En realidad no hacía falta la regla. Cuando el protagonista ha conseguido lo que quiere y no cae el telón, uno ya se prepara para el vendaval.

3 comentarios:

Otis B. Driftwood dijo...

Sospecho que alguien estuvo ayer en el preestreno :-) Si lo sé, te aviso, je.

Un saludo.

Cinéfilo dijo...

Idem

Anónimo dijo...

Tengo muchísimas ganas de verla, y aún más habiendo leído esta crítica. ¡Excelente blog!
Ahora te linko en el mío.
¡¡Saludos!!
Por cierto, mi blog de cine, en el cual te enlazaré, no es el que aparece aquí, en Blogger, sino El Séptimo arte (http://ramonbalcells.zoomblog.com)

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