Retrato de una dama

Elegir mal


Jane Campion 1996
Reparto: Nicole Kidman (Isabel Archer), John Malkovich (Gilbert Osmond), Barbara Hershey (Madame Serena Merle), Mary-Louise Parker (Henrietta Stackpole), Richard E Grant (Lord Warburton), Christian Bale (Edward Rosier), Viggo Mortensen (Caspar Goodwood)
Guión: Laura Jones. Adaptado de una novela de Henry James
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¿Por qué elegimos a la persona que elegimos en el amor? ¿Cómo sabemos que era la correcta? ¿Debemos seguir el dictado del corazón, el del bolsillo o la opinión de nuestra abuela materna? El tema era muy corriente en el siglo XIX, y menos en el nuestro, porque Hollywood nos ha convencido unánimemente de que la única opción correcta es la del corazón. Todas las demás son condenables para el espectador del siglo XX. La película más solemne que consagra esta verdad es Picnic. Kim Novac deja al niño rico se queda con el pobre y todos nos ponemos la mar de contentos.

Henry James (1843-1916) no pertenece a nuestro siglo y no cree tanto en el sentimiento. Piensa, como Austen, que el corazón se deja aturdir por mentiras. “El retrato de una dama” es una colección de desengaños. Isabel Archer, la protagonista americana en tierras europeas tiene cuatro hombres que la aman. Lord Warburton es el candidato más prestigioso por su dinero y su posición social. Su primo, Ralph Touchett, el más debil por culpa de la tuberculosis. Caspar Goodwood es americano y la sigue a todas partes. Ella se casa con menos elegible, un hombre sin dinero pero lleno de cultura y buen gusto, y padre de una hija adolescente.

Cualquiera que fuera el criterio que la lleva a hacerlo, la obra se empeña en acumular pruebas de que fue un error. Si ella fue desprendida, él demuestra que es un mercenario con la boda de su hija. Si ella exploró su libertad, él demuestra que no concede ninguna.

Por mucho que el final quiera corregirlo, el fondo de la historia es que nuestro corazón puede ser el peor criterio que podemos seguir en ciertas circunstancias.

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