Los padres de él

“Meet the Fockers”
Jay Roach, 2004
Interpretación: Robert De Niro (Jack Byrnes), Ben Stiller (Greg Focker), Dustin Hoffman (Bernie Focker), Barbra Streisand (Roz Focker), Blythe Danner (Dina Byrnes), Teri Polo (Pam Byrnes), Owen Wilson (Kevin Rawley), Alanna Ubach (Isabel), Tim Blake Nelson (Oficial LeFlore), Shelley Berman (Juez Ira), Max Hoffman (Woody Focker).
Guión: Jim Herzfeld y John Hamburg; basado en un argumento de Jim Herzfeld y Marc Hyman; basado a su vez en los personajes creados por Greg Glienna y Mary Ruth Clarke.
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Hasta en las mejores familias

Cada familia es un tesoro irrepetible de extravagancias. Y las extravagancias, con el tiempo se convierten en mandamientos de la ley de dios, por eso entrar en una familia es como entrar en una secta. Eso ya lo averiguó Greg en la primera parte. Los Byrnes no le aceptaban porque eran una familia de triunfadores y Greg era un pobre enfermero, pero él les demostró que hay algo por encima del dinero que ellos no tenían.

La segunda parte no tiene tanta miga, porque ocurre en la casa de los padres de él, los Focker que han traducido por Follen, para mantener el juego de palabras Focker/Fucker. Los Follen son una familia escapada de una comuna hippie de los años sesenta. La madre (Barbara Streisand) es profesora de sexualidad, y el padre (Dustin Hoffman) es amo de casa. Son una familia de esas que lo cuenta todo en voz alta como si estuviera en una misa mormona, empezando por las intimidades sexuales. Han educado a su hijo contra la competitividad, y le tienen en un altar por haber llegado el noveno en una competición infantil, guardan su prepucio (el mejor chiste de la película) y cuentan a todo el mundo como fue su iniciación sexual. También son amantes de la naturaleza, de la paz y todo lo demás.

Lo malo de esta segunda parte es que aunque nos meten dentro de la estrafalaria familia Follen, no se ceban con ella, por la sencilla razón de que las extravagancias de los follen son las consignas universalmente aceptadas hoy día, el haz el amor y no la guerra, estar a gusto con uno mismo. Lo malo de esta segunda parte es que los Follen vuelven a tener la razón, y eso en cine no es tan recomendable. En la vida sí, claro, no importa lo mucho que uno tenga la razón, pero en el cine no vale volver a cargar las tintas contra los republicanos intolerantes, la CIA, y el consevadurismo. Ahora tocaba dar una lección a los Follen, no otra a los Byrne, y menos de tipo sexual.

El perro y el gato, ese gato que ha aprendido a tirar de la cadena y ese perro que está tan salido como sus amos, son lo más gracioso de la película, así que los cachés millonarios de esos cuatro famosos son quizá un despilfarro.

Stipey: Jay Roach el director y creador de la saga "Austin Powers" deja los chistes escatológicos a un lado para hacer una película de "humor maduro" ¿Y como se come esto? Pues demostrando en pantalla que la mayoría de las situaciones que ocurren en la misma le han ocurrido a cualquiera de los presentes en la sala.
Cinéfago: En esta ocasión la historia gira en torno a la visita que hacen los novios y los padres de ella a los padres de Greg. Éste está muy nervioso ya que teme que sus padres, muy liberarles, no sean del agrado de los padres de la novia, de carácter muy conservador.
Francisco Marinero *: De Niro, productor, no podía desaprovechar la ocasión de multiplicar su fortuna con la continuación de 'Los padres de ella', donde un hombre profesionalmente mediocre, judío, pobre, liberal y tímido afrontaba su más amargo examen de selectividad: un fin de semana en casa del padre de su novia, un psicólogo de la CIA, cristiano, rico, conservador y autoritario.
Lo natural sería invertir la situación y que la novia pasara el mal trago de un fin de semana en casa de sus futuros suegros, pero ella daba poco juego y el director y los guionistas han optado por hacer sufrir al novio por partida doble: el novio (Ben Stiller) vuelve a meter la pata sistemáticamente ante la severa mirada del padre de la novia (De Niro) mientras intenta disimular que sus padres son aún más inconvenientes que él mismo.
Mr Cranky (-4): In a film that sports De Niro, Hoffman, Streisand, and Blythe Danner, it's kind of hard to believe director Jay Roach so easily reverts to such tried and true comedy as "dog humping the leg" jokes, but that's what happens with a concept that should never have made it past the planning stages. Unfortunately, that's what audiences get these days when they reward a surprise film with decent box-office as they did with "Meet the Parents": sequels with about as much entertainment value as poisoned food.
One has to wonder if the filmmakers even revisited the first movie because De Niro's character seems like an entirely different guy. Suddenly he's gone from the potential father-in-law with a genuine scary streak, to the semi-harmless old man whose gruffness probably comes from gas and hemorrhoids. His attitude toward Greg is one of mild amusement now as opposed to the genuine dislike he displayed in the first film.
Ebert **:When the MPAA objected to the title, by the way, the filmmakers produced several real people who said they were Fockers, and proud of it.
The cat is not only toilet trained but knows how to flush, leading to another septic joke.
some wordplay involving the Byrnes family Circle of Trust and who is in it, who is outside it, and whose circle it is. Streisand and Hoffman create characters who are, under the circumstances, not only likable but actually sort of believable. Yet even if you loved "Meet the Parents," you will only sorta kinda like "Meet the Fockers."

Rotten Tomatoes: 40% $265m.

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