Triple agente

Eric Rohmer, 2004
Reparto: Katerina Didaskalou (Arsinoé), Serge Renko (Fiodor), Cyrielle Clair (Maguy), Grigori Manoukov (Boris), Amanda Langlet (Janine), Emmanuel Salinger (André), Dimitri Rafalsky (Dobrinsy), Jeanne Rambur (Dany), Vitaliy Cheremet (Alexis Cherepnin), Bernard Peysson (Doctor), Laurent Le Doyen (Periodista).
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La historia de James Bond según una peluquera a la que le contó algo una vecina del sexto que le vio un día

De los críticos como Méndez-Leite pienso que deberían apiadarse de los pobres espectadores que no nos sabemos de memoria toda la filmografía de Rohmer ni somos entendidos en los silencios significativos de alto copete porque si siguen mandándonos a ver películas como esta van a acabar por convertirse en los sabios que predican en el desierto. Yo soy un espectador muy paciente, pero lo de hacerme ver esta película de espías de la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Civil española con una recomendación de nada menos que cinco estrellas es una puñalada trapera que le tengo bien guardada al señor crítico.

Sólo falta que ahora todos los directores descubran el chollo de Rohmer. Imagínense el despilfarro que significan las aventura de Indiana Jones, de James Bond o de Bourne, coches rotos, piruetas, explosiones, persecuciones, peleas, nunca más de diez minutos en la misma ciudad. Rohmer ha descubierto que en vez de mostrarnos una persecución y un asesinato en el metro de París, basta con que el oficial de policía le pregunte al presunto asesino que hacía el martes a la una de la tarde. En vez de mostrarnos la España de la Guerra Civil, Rohmer escoge unas imágenes de archivo. En vez de mostrar los tratos de un espía ruso con otro general también ruso, Rohmer deja pasar dos horas al espía con su mujer, griega, a la que le oculta todo y le habla de las goteras del piso. El espectador sagaz debe deducir todo aquello que la cámara no le muestra.

Y es que Rohmer se ha tomado demasiado en serio el dicho de que el cine no estimula tanto la imaginación como los libros. Yo le agradezco a Rohmer que me ilumine con sus diálogos y deje las persecuciones y los tiroteos para otros directores de poca monta, pero la próxima vez que me anuncie una película y su amigo Méndez-Leite, o Alberto Bermejo, da igual, le hagan la ola, yo me compro una bolsa de palomitas y me meto en la primera película que vea de Jackie Chan, aunque tenga que aguantarle sus chistes malos.
Alberto Bermejo ****: Su intriga, inspirada en un caso real, la misteriosa desaparición de un militar de la Rusia zarista, transcurre en apasionantes confrontaciones verbales con las que los personajes exponen sus particulares puntos de vista.
Fernando Méndez-Leite @@@@@: Rohmer, siempre en presente de indicativo, hace una descripción escéptica y pesimista de las contradicciones que rigen la historia -el comportamiento del gobierno de Blum con la República española, el pacto germano-soviético, la actitud del Partido Comunista ante las huelgas de su propia base, etc...- y de las contradicciones del comportamiento privado de sus personajes. Y las expone con el mismo rigor, idéntica ironía y exacta nitidez en la puesta en escena que en la totalidad de su obra.

Rotten Tomatoes

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