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“National Treasure” Jon Turteltaub, 2004
Reparto: Nicolas Cage (Ben Gates), Diane Kruger (Abigail Chase), Justin Bartha (Riley Poole), Sean Bean (Ian Howe), Jon Voight (Patrick Gates), Harvey Keitel (Sadusky), Christopher Plummer (John Adams Gates), David Dayan Fisher (Shaw), Stewart Finlay-McLennan (Powell), Mark Pellegrino (Johnson), Oleg Taktarov (Shippen).
Guión: Jim Kouf, Cormac Wibberley y Marianne Wibberley; basado en una historia de Jim Kouf, Oren Aviv y Charles Segars.
Producción: Jerry Bruckheimer y Jon Turteltaub.
* * *
Dan Brown, Stevenson y un Indiana Jones para cardiacos

Todo el Código Davinci apuntaba una sensación que al llegar final se confirmaba a gritos, la de haber leído un cuento infantil con excusas de adultos como la culturilla general o la vida en juego del protagonista. Digamos que se ve demasiado la mano del prestidigitador haciendo lo de siempre, pero a Dan Brown no debe importarle mucho porque se está haciendo de oro y nos va a colocar con su gallina todos los huevos que quiera a costa de asustarnos un poco y de contarnos alguna curiosidad digna de las revistas semanales de cultura.

Jerry Bruckheimer (el de Piratas del Caribe), que nunca falla, ha usado la misma fórmula para hacer cine. Ha confeccionado una gymkhana muy parecida a la del escritor con un poco de cultura general y otro poco de culturilla patriótica. Ha elegido un par de lugares conocidos de la geografía nacional como el monumento a Lincoln, el Independence Hall de Philadelphia, La Iglesia de la Trinidad de Manhatan, la declaración de independencia, Benjamín Franklin, el dólar, los templarios, los masones.

Nicolas Cage se llama Ben Gates, pero usa el nombre falso de Ben Brown, no sé si como homenaje al escritor pirateado. Desde niño busca el tesoro escondido por los padres fundadores de la constitución, porque su abuelo le habló del secreto. Para conseguirlo tendría que usar la Declaración de Independencia, pero sus principios, y su buena educación le impiden hacerlo. En vez de robarla, tendrá que salvarla, que es casi lo mismo. Ben Gates es un personaje al puro estilo Disney porque no está dispuesto a romper un plato. Aunque su cultura y su vida aventurera lo hacen cercano a Indiana Jones, la película ha medido con cuentagotas cada escena de peligro y de violencia, hasta llegar a parecer en algún momento, (como por ejemplo el de la persecución de los matones), un revival de Mary Popins. Si tiene problemas de corazón, hipersensibilidad o hipocondría, no dude en ir a verla.

Tambien se parece a “La Isla del tesoro” de Stevenson, porque los buenos no vencen por la fuerza, sino con negociaciones y pactos entre caballeros. En algún momento me pareció que iba a ver a Hawkins aparecer por algún lado. El resultado no es el más gratificante que cabía esperar de tanto productor infalible. Y es una pena, porque la secuencia del robo de la Declaración de Independencia hacía presagiar una película antológica.

José Manuel Cuéllar: los guionistas, para evitarse problemas, lo dan todo por hecho, esto es así y lo otro asao. «¿No lo lo coges? Es tu problema. Sé más listo. A nosotros ya nos han pagado, apáñetelas». Cuando lo intentas, ya están en el séptimo acto y te han cobrado la entrada.
Mr Cranky (-2): This is a film that should actually make audiences happy because it's produced by Jerry Bruckheimer, who's renowned for testosterone-laced epics that require about as much thought as idling in traffic. Yes, I said "happy," but not because the film is any good. "National Treasure" is such a blatant rip-off of the themes popularized by Dan Brown that folks will watch this film overjoyed that Bruckheimer hasn't gotten his greasy hands on the rights to "The Da Vinci Code".
Abigail gets caught up in the adventure, apparently fulfilling her curatorial duties by declaring "be careful with that" whenever somebody tries to unroll the Declaration too fast.
Ebert **: I understand why it is necessary, in The Da Vinci Code, to conceal information associated with the Holy Grail, but I am less convinced, in "National Treasure," that the treasure had to be hidden because it was so vast that if all that wealth came suddenly into the world it would, I dunno, capsize the economy or cause the brains of accountants to explode.
National Treasure is so silly that the Monty Python version could use the same screenplay, line for line.
Michael O’Sullivan: It's "Raiders of the Lost Ark" for people who slept through American history class.
The Movie Boy **: Attention Deficit Disorder editing and superficial approach to characterization, "National Treasure" stays mostly within said boundaries even as it is more tame and less grating than most.
Kirk Honeycutt ***: The story and script by five writers (assisted by even more uncredited scribes) imagines an American family named Gates has been cursed since post-Revolutionary times by the secret knowledge that the United States of America harbors the legendary Knights Templar treasure, handed down from the Crusaders to other grave robbers and thieves until it found its way to the rebel colonies.

Rotten Tomatoes

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